“¡Dos mil quinientos pesos por un paquete de culeros!”, casi se desmaya mi abuela cuando le dije de mi reciente compra, nacida de la más pura necesidad. Y es que aunque quienes peinan canas en ocasiones se empeñan en apuntar que antes se vivía sin estos útiles inventos, los tiempos han cambiado. Pero retomo el […]