El aeropuerto parecía una iglesia salvo cuando una voz peculiar anunció en altavoz el pase al salón de última espera a los pasajeros del vuelo 804. Es viernes por la tarde.
El aeropuerto parecía una iglesia salvo cuando una voz peculiar anunció en altavoz el pase al salón de última espera a los pasajeros del vuelo 804. Es viernes por la tarde.