Ya han transcurrido seis meses y cada respuesta nos lleva al principio. Entre colas y despachos se concentra la gestión para culminar el trámite que me permitirá dar paso al próximo eslabón de la cadena, tan larga, que ya se hace interminable y los ánimos decaen.

Esta es la rutina actual de cualquier ciudadano cubano que persiste en dar término a un trámite necesario para legitimar documentos o procesos exigidos por algunas entidades estatales. Situación que se vislumbra modificar ante el anuncio por las máximas autoridades gubernamentales cubanas de que ya está en línea, Soberanía, la plataforma de información y servicios del Gobierno.
Un gran empujón en el éter, dirigido a la simplificación de los procesos administrativos y servicios públicos. Aún, en su fase inicial, lo que permitirá evaluar su funcionamiento y sean recepcionadas las opiniones de la población.
La multiplicación de diligencias señala el incremento de la burocratización y la evidente vulnerabilidad ante la posible ocurrencia de hechos de corrupción a partir del manejo de recursos y facultades en poder de aquellos que lo resguardan muy lejos de los objetivos principales: facilitar y promover la participación ciudadana, mejorar la transparencia y la eficiencia del Gobierno en la integración de los servicios, donde deben interactuar diferentes instituciones del Estado.
Ya experimentos anteriores no han fructificado al pasar por el alto en su diseño, elementos del proceso, que muestren una plataforma capaz de brindar servicios y acceso eficiente a la información y a trámites gubernamentales, al potenciar la colaboración entre las entidades, donde la gestión de la información garantiza seguridad y privacidad de los datos de los ciudadanos.
No hay un lanzamiento oficial. No obstante, al hacerse público el actual proceso de evaluación de la plataforma digital (www.soberania.gob.cu), con sus amplias posibilidades donde, desde la inicial creación de un perfil virtual, y posterior certificación de las cuentas creadas, conduce a variadas opciones que no caben dudas serán aplaudidas por la ciudadanía.

Colocar en el pasado largas jornadas de colas, coleros y malos ratos, no constituyen una quimera. Los beneficios están ahí, al alcance de las manos, al disponer de una ventanilla única en la información, mejor eficiencia y rapidez de los servicios, acceso a servicios públicos al realizar trámites desde cualquier lugar y reducción de gastos; convirtiendo a Soberanía en el centro de confianza para dar cauce a los trámites demandados en cada territorio a través del espacio digital, sin sustituir los existentes hoy.
Corresponderá a todas las entidades estatales integrarse y dar respuesta en los plazos pautados. Este será un sitio de información y servicios, pero solo se hará más fuerte y confiable, si los funcionarios encargados, de forma oportuna responden a lo demandado con seriedad, agilidad y transparencia, y así contribuir a las estrategias comunicacionales que el país implementa, en medio de las complejidades objetivas que enfrenta, pero donde subsisten insuficiencias subjetivas que requieren una solución soberana.
(*) Colaborador
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