
Sabían que se les habían organizado una fiesta, pero no tenían la certeza de cuánto ocurriría en esta y menos que la pasarían tan bien. Esperaban impacientes hasta la entrada, con su algarabía, de las payasitas del grupo teatral la Carreta de los Pantojas.
Las carcajadas invadieron el teatro del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología (Chem), que esta vez no se engalanó para una reunión ni uno de los talleres que a cada rato tienen lugar ahí sino para una festividad que arropó y conmovió a los pequeños del programa Oncopediatría de la Isla de la Juventud.
Leandro Cancio, director de la institución de Salud, quien habló de cómo retoman esta iniciativa con el concurso del colectivo e involucran a otras entidades y proyectos como Casita de chocolate, liderado por la pedagoga Clara Moya, con el propósito de colmar de amor y fantasías a quienes en Cuba son una prioridad: los niños, sobre todo aquellos con cáncer.
En la actividad, donde llegó el saludo de Zunilda García Garcés, primera secretaria del Partido y contó con la presencia de familiares y directivos de Salud Pública, les fue entregado a los infantes y adolescentes un donativo, conformado por los propios trabajadores del Chem, que incluyó desde juguetes hasta aseo y materiales escolares.
La jornada, que sin duda alguna fue una buena terapia y sensible propuesta, transcurrió entre canciones, bailes, poemas, risas y travesuras.
