
El joven universitario lo afirmó y me tomó de sorpresa: “Estuve en el Ayuntamiento cuando Fidel habló durante su primera visita a la Isla después del triunfo de la Revolución”.
–¿Cómo?, ¡esa es una broma! Cuando aquello tú ni pensabas nacer, le objeté.
–“Me sucedió, periodista, me sucedió”, acotó y al explicar lo ocurrido entendí todo.
El niño Adrián, uno de sus vecinos, le pidió ayuda con la tarea. El mozalbete fue a la biblioteca, consultó libros y periódicos, hizo anotaciones y al otro día –junto a la madre del muchacho– se sentaron en el parque General José Lacret Morlot e hicieron un repaso a la historia.
La narró con las palabras seductoras usadas por Fidel aquel día y mientras se lo contaba al pionero estalla la emoción y aparecieron representadas las imágenes del acto ante sus ojos, como si realmente hubiera estado allí.
Fidel habló desde el portal del Ayuntamiento –hoy Museo Municipal– a cientos de pineros congregados en el parque Lacret llenos de júbilo al ver a los barbudos y al Líder Rebelde, quien les presentó el primer Plan Mínimo para la Rehabilitación Económico Social de Isla de Pinos.
Consta en la bibliografía consultada que los días seis y siete de junio de 1959 Fidel Castro Ruz realizó su primera visita al territorio tras el triunfo de la Revolución, lo recorrió, intercambió con trabajadores en el hotel Colony, dialogó con los pobladores durante su trayecto, apreció las potencialidades locales y el siete, en histórico discurso, le dijo al pueblo: “Por fin, Isla de Pinos puede iniciar una historia nueva y una historia enteramente cubana…”.
Entre los aspectos orientados figuraban la eliminación de la Zona Franca y Turística Especial –hecha efectiva al otro día– con la que se puso fin al sucio estatus creado por el dictador Fulgencio Batista para encubrir el negocio con la mafia estadounidense, unido a la construcción de la carretera de La Fe hasta el Sur incomunicado y las rebajas del costo del pasaje marítimo y aéreo aplicadas con urgencia.
Otras propuestas fueron: el vertiginoso fomento de planes ganaderos y granjas del pueblo en los latifundios intervenidos, la construcción del acueducto y alcantarillado de Nueva Gerona y La Fe, el desarrollo de la agricultura, el turismo, la edificación de viviendas, industrias, presas, escuelas, el adelanto de la tecnología, la creación de empleos, el traslado del mal llamado Presidio Modelo, convertida su instalación, luego, en politécnico agropecuario.
Los lugareños respaldaron al Máximo Líder en su intervención, pues encontraron una respuesta a sus necesidades y aspiraciones.
Comenzó una nueva etapa para la olvidada Isla de Pinos. Una y otra vez el Comandante en Jefe volvió a la segunda ínsula del archipiélago cubano para chequear la estrategia diseñada, que cobró gran impulso con miles de jóvenes de toda Cuba.
El niño Adrián apenas tomó nota, aunque su mamá sí; mientras, el joven universitario le comentó que ya podía realizar la tarea por sí mismo porque bastaba con escribir lo que le describió.
También le aseguró que jóvenes como él le dan continuidad al primer programa integral, sin precedente, esbozado por Fidel aquí, hace 63 años, con el rescate de la economía, el incremento de la producción de alimentos y potenciar la ciencia y la comunicación.
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