
La escalinata de Presidio aún resulta imponente; estar frente a ella solo puede traer como primera imagen a la mente la histórica salida de Fidel y demás moncadistas aquel domingo 15 de mayo de 1955, tras ser aprobado –entre los días dos y seis de mayo de 1955– por el entonces presidente de la República, la Amnistía tan ansiado por el pueblo y familiares de los revolucionarios.
En una simbólica marcha en que un grupo de jóvenes pineros salieron desde el Palmar, en el consejo popular Sierra Caballo, hasta llegar al antiguo reclusorio para hombres, hoy Monumento Nacional, recordaron la excarcelación que inició una nueva etapa por la definitiva liberación de Cuba, hace ya 67 años, también con el acompañamiento de autoridades locales y pioneros de la localidad Juan Delio Chacón, donde se encuentra enclavado el antiguo reclusorio.

Lissette González Almésigas, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, al pronunciar las palabras centrales del acto realizado al pie de la regia edificación, expresó: “debemos andar siempre vigilantes, así como no dejar pasar la oportunidad de vivir y soñar la Revolución, pensarla y transformarla, así como participar en su continua renovación”.
Sobre los jóvenes, dijo González Almésigas, que hacer por Cuba hoy demanda de coherencia de pensamiento, a la vez que resaltó que estos están “conscientes de los desafíos que enfrentan; acompañaremos a nuestro Partido Comunista de Cuba, el cual dará como siempre la batalla y vencerá”.
Seguida la marcha patriótica llegó hasta el Bar cafetería Nuevo Virginia, hoy más conocido como Rumbo en el Paseo Martí –uno de los primeros lugares visitados por Fidel tras la salida de Presidio– donde una representación de los trabajadores del sector del Turismo enunció, de igual modo, su reafirmación con la historia y continuidad revolucionaria.
Asimismo, en el Museo Casa Natal Jesús Montané Oropesa, joven del primer grupo puesto en libertad aquel 15 de mayo de 1955, la museóloga Celia Hardy Rodríguez manifestó el compromiso del pueblo pinero con el legado de quienes, incluso perdieron las vidas en la incansable lucha por la independencia de Cuba.
Por último, en el parque 15 de Mayo que con su nombre rinde tributo a aquella memorable fecha, el historiador de la ciudad Roberto Únger Pérez recordó los episodios del inolvidable suceso que aquel día concluyeron con una conferencia de prensa de Fidel en el otrora hotel Isla de Pinos, en que reafirmó la continuidad de la lucha, y la partida en la motonave el Pinero hasta Batabanó, camino a La Habana. .
La jornada de excarcelación de Castro Ruz y el resto de los moncadistas no era el fin, sino el comienzo de una nueva etapa en la cual el líder de la Revolución se planteaba firme que seguiría denunciando al régimen de Batista y desenmascarando sus lacras, errores, fascistas y ladrones, hasta el triunfo definitivo de la Revolución.


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