Una representación del pueblo de la Isla de la Juventud rememoró la impronta del mejor amigo de Cuba durante el acto por el Día de la Dignidad Latinoamericana y Caribeña, donde se le rindió homenaje al Comandante Hugo Chávez Frías en el aniversario 12 de su partida física este miércoles cinco de marzo.

Organizado por la delegación territorial del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), la emotiva cita para enaltecer el sentido de la solidaridad y la amistad; así como la vida y obra del importante estadista, tuvo lugar en la escuela elemental de arte Leonardo Luberta Noy, donde estudiantes de las especialidades de música y danza, junto a algunos de sus profesores, tuvieron a su cargo la parte cultural.
Como muestra de continuidad de la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos se celebró el Día de la Dignidad…, el que, al decir del profesor José Esteban Cala Hernández: “No es solo una conmemoración, sino un recordatorio vivo de nuestra fortaleza colectiva y la aspiración para una América Latina más justa, solidaria y soberana”.

La presencia viva del hijo de Sabaneta se evocó desde el amor que le profesa toda Cuba. Al comentar la frase: “Uno se va, pero no se va”, de Chávez Frías, el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez dijo en su cuenta en X que se constata en la actualidad la vigencia de su labor revolucionaria.
Marlen Villavicencio Batista, delegada del ICAP en el municipio, al hacer uso de la palabra en el acto, que estuvo presidido por las máximas autoridades del Partido y el Gobierno aquí, cuadros centro de organizaciones políticas y de masa, representantes de la Asociación Cubana de la Revolución Cubana y de otros sectores de la sociedad pinera, expresó:
“Chávez es heredero y defensor del pensamiento de Bolívar. Comprendió lo que Martí había dicho del Libertador sobre toda la obra que estaba por hacerse en nuestra América. A 12 años de su partida hacia el Olimpo de los héroes latinoamericanos, hace falta evocarlo, revivir sus epopeyas, golpear con la verdad en la frente como él hizo en múltiples ocasiones al imperialismo salvaje, que es como el cometa que va engullendo mundos.

“El líder se ganó el afecto de su gente y el respeto de la comunidad internacional, no solo por haber sido siempre consecuente con sus ideales, si no, por su visión de futuro, preocupación constante por los desposeídos y su lucha incansable por la paz”.
La República Bolivariana de Venezuela, a más de diez años de su muerte, continúa defendiendo su proyecto socialista y vocación latinoamericanista, y reafirma el derecho de construir un modelo de desarrollo propio, sin imposiciones externas.

