Ingredientes:
–Agua caliente.
–Cebolla.
–Miel y/o limón (opcionales).
Preparación:
Corte la cebolla en trozos pequeños, machaque para extraer el jugo y mezcle con el agua. Puede añadir una cucharada de miel y/o limón. Para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe: Deje macerar cuatro cebollas durante 24 horas en un litro de agua tibia. Tome una taza entre las comidas y antes de acostarse. La cebolla es un alimento prebiótico (estimula el crecimiento de bacterias sanas en el intestino). Tal equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de padecer cáncer de colon. Es cardiosaludable, controla la azúcar en sangre, está llena de vitamina C, previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos.
Es diurética, ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas. Contribuye a la salud digestiva. Previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, así como el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez. Es antioxidante. Tiene propiedades antinflamatorias y antialérgicas. Eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma. También es un conocido remedio popular frente a la tos: para ello deje una cebolla cortada por la mitad en la mesita de noche