
Integrantes del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech celebraron el aniversario 50 de la bien llamada Segunda Revolución Educacional en Cuba
Las emociones no se podían contener en la terminal marítima Viajero por donde arribó un grupo de aquellos jóvenes que acudieron al llamado de Fidel; se fundieron en un fuerte abrazo con los de la Isla de la Juventud, quienes esperaban impacientes, expectantes y alegres.
No faltaron las lágrimas, los apretones de manos, las risas y el recuento. Algunos se auxiliaban con un bastón, la mayoría lucían canas y arrugas, de esas que no solo atestiguan los años sino también sabiduría y experiencia; no pocos preguntaban: ¿y de cuál Contingente eras?, ¿de qué año?, ¡quítate el nasobuco para ver si te reconozco!, ¡oye, pero si estás igualita!…

Vi caras conocidas, ahí también estaban mis “profes” de siempre; me reconfortó ver hasta la profesora Yuya, una de las que me impartió clases de Literatura y Español en la Esbec 14 de Junio. Es cierto, sus rostros y pasos eran testigos del paso del tiempo, pero ellos al transitar por el paseo Martí preferían creer que seguían siendo aquellas muchachas y muchachos que con décimo grado decidieron incorporarse a las aulas en calidad de profesores.
Razones tenían para cruzar mar, juntarse, armar la algarabía. El Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech el 19 de mayo cumplió cinco décadas de creado y un acontecimiento como este, que revolucionó la educación en el país, no podía pasar inadvertido.
Ellos pudieron estudiar otras carreras, pero prefirieron postergar el sueño de desempeñarse en otras profesiones para dejarse seducir por el magisterio, por esa enseñanza que activa la curiosidad y las ansias del saber de sus alumnos.

Y hasta el instituto Cubano de Amistad con los Pueblos fueron algunos de esos estudiantes agradecidos para sorprenderlos y agradecerles por los conocimientos, las habilidades, los valores y hasta por los regaños y algún examen suspenso porque los hizo devorar libros, cuadernos y dotarlos de educación para transformar el mundo.
En el cine Caribe y ante la presencia de las máximas autoridades del Partido y el Gobierno del territorio, no faltó el homenaje a Edel González Aragón, director de La Filial Universitaria donde se formaron y de Educación por varios años en el Municipio. También el reconocimiento a otros fundadores e integrantes de aquel ejército que decidió dejar huellas en sus estudiantes con esa enseñanza que sale del corazón.



