Las nuevas formas de gestión son una realidad en el panorama económico cubano, si bien el proceso es incipiente aún, ya ocupan un lugar en el propósito de aumentar los niveles de producción de bienes y servicios, la creación de puestos de trabajo y la búsqueda de una eficiencia que la mayoría de las entidades estatales no logran todavía.
Medidas adoptadas por el Gobierno han dado paso a la creación de un número cada vez más creciente de pequeñas y medianas empresas, sin dejar fuera de esta clasificación a las minindustrias, sobre todo las relacionadas con la producción de alimentos.
Q’RICO…
La Isla de la Juventud no escapa de este escenario novedoso y a lo largo de los últimos años ha tenido eficientes pequeñas industrias que han aparecido en el mercado con una dimensión diferente en cuanto a la calidad de sus productos.

Tal es el caso de la minindustria Q’Rico, ubicada a unos cinco kilómetros de la ciudad de La Fe, cuyo dueño Osmar Garcés González, avezado cooperativista y emprendedor e innovador nato, hace maravillas con las materias primas que recibe.

“Aquí elaboramos hasta 32 productos diferentes, que van desde todo tipo de salsas, conservas de frutas y vegetales, encurtidos, vinagres, sazones secos y aceite de coco.
“Como puede ver –añade– todos los equipos existentes han sido diseñados y ensamblados por mí con materiales de desechos y el mínimo de inversiones”.
En este sentido llamó mi atención la despulpadora, la cual separa de la pulpa las semillas de la guayaba, acrecentando así la calidad de la producción terminada, barras de guayaba, mermeladas y otras.
También existen los tachos para la cocción de frutas y vegetales, y la tapadora, un ingenioso equipo, ambos garantizan que en la semana se elaboren cerca de dos toneladas de productos, casi ocho mensualmente.
INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS
Indago cómo en medio de lo rústico no descuidan ni un minuto la higiene de las áreas y garantizan la inocuidad de los alimentos que elaboran.

“Aquí siempre hay qué hacer; mientras se cocinan las materias primas se realizan otras labores relacionadas con la higiene de los locales y sus alrededores, por tanto no hay resquicio para las suciedades”.
FUERZA LABORAL
Ante tan altos niveles de surtidos y volúmenes productivos, me asombra el reducido número de trabajadores, siete en total. Garcés destaca la juventud de su tropa, como para desmentir aquello de que la juventud está perdida.
“Todos hacen de todo, con la excepción de la elaboración, la cual asumo yo personalmente, mantienen la disciplina y son muy cumplidores.
“En ello influye la atención que les brindamos: salario de 4 000 pesos, reciben productos elaborados en el día y cada mes una jaba con todo cuanto se hace; en realidad, con los precios actuales se montan en más de 7 000 pesos”.
NEGOCIO FAMILIAR

No solo Garcés asume como dueño y elaborador de todas las actividades de la minindustria. Como en cada negocio, el control económico y financiero, así como de los recursos humanos son de mucha significación, lo cual es asumido por su compañera en la vida y el trabajo Ivet Velázquez Villar, mientras uno de sus hijos cumple disímiles tareas encomendadas por el padre, lo que garantiza el buen funcionamiento del negocio.
ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO
Una de las dificultades por la que ha atravesado la economía cubana, especialmente en su quehacer, es la falta de encadenamiento productivo, sin embargo en esta estructura la problemática se va encaminando, de manera paulatina, a través de la cooperativa de créditos y servicios Grito de Baire, con la cual se realizan las transacciones.
“Tenemos contratos con cuatro entidades estatales, señala, y suministramos parte de nuestras producciones al combinado lácteo Cristóbal Labra, la Cadena Cubana del Pan, la empresa agroindustrial Jesús Montané Oropesa y el Ministerio del Interior.
“Claro, destaca, sin interferir nuestra presencia en ferias, puntos de venta y placitas, con la calidad requerida y precios asequibles para la población”.
ESA BUROCRACIA
No obstante los resultados, no todo es color de rosa en la minindustria Q’Rico, podrían ser más eficientes si contaran con la documentación requerida a la Onat y al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, solicitados hace dos años, lo que impide que puedan comercializar directamente y no como ahora a través de la cooperativa; esto, por consiguiente, abarataría más los costes.
La solución de esta dificultad agilizaría el encadenamiento con otras entidades y repercutiría de manera favorable en la disminución de los precios, aun cuando son bajos en comparación con lo que se aprecia en el mercado.
De ahí la necesidad de que las entidades de este tipo atemperen su labor a la urgencia de estos tiempos para, con su actuar, eliminar intermediarios a la hora de la comercialización.
SIN TEMOR A LAS DIFICULTADES
El colectivo de esta minindustria no escapa a las dificultades que enfrenta el país, pero siempre tiene en la mira la frase del General de Ejército Raúl Castro Ruz de Sí se puede, y hasta ahora, con la convicción de victoria, lo vienen haciendo.
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