
Se trata de la máquina que equipará el cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial), pensado para misiones en el espacio profundo.
La prueba de 500 segundos -más de ocho minutos completos – marcó otro hito hacia la puesta en marcha del nuevo cohete SLS de la NASA en su vuelo inaugural, conocido como Misión de Exploración 1 (EM-1), que ha sido demorado hasta 2019.
El SLS, impulsado por cuatro motores RS-25 funcionando simultáneamente, proporcionará dos millones de libras de empuje y el trabajo en conjunto con un par de cohetes de combustible sólido.