
Un mensaje del presidente boliviano, Luis Arce, insta hoy a las fuerzas de izquierda “a cerrar el paso a la derecha” y advierte que solo unido el pueblo vencerá en los comicios generales de agosto próximo.
En el texto que centra este domingo el interés de los medios de comunicación, el dignatario advierte que “estoy muy lejos de buscar algún tipo de protagonismo en esta dramática coyuntura”.
Refiere que le basta con escuchar a diario a las bases sociales y su solicitud desesperada de unidad para convencerse de que es justamente eso y no otra cosa lo que puede salvar al Proceso de Cambio y al Estado Plurinacional.
Enfatiza el jefe de Estado en que el bloque nacional popular es mayoría si sus integrantes caminan unidos.
“Insisto en que, si desde nuestra posición podemos auspiciar el acercamiento de las partes -reconoce Arce-, pueden contar con cada uno de nosotros. Pero, si desean los candidatos y las bases un margen de autonomía para cumplir el mismo propósito, bienvenido sea”.
Aclara que no se trata de otra cosa que escuchar al pueblo.
Reitera el mandatario que este llamado a la unidad necesaria lo hace en homenaje a Marcelo Quiroga Santa Cruz, el líder socialista más preclaro que ha tenido el país en la segunda mitad del siglo XX, y que fue asesinado, hace exactamente 45 años, el 17 de julio de 1980, por la dictadura de Luis García Meza.
Evoca el texto que el 12 de abril de 1980 Marcelo Quiroga Santa Cruz, en un comunicado titulado “La unidad ahora o la derrota mañana”, llamó a todos los partidos de izquierdas y populares, independientemente de su grado de representación, a construir un proyecto unitario de carácter táctico y estratégico.
Aclara que el escenario político actual es muy distinto al de aquel entonces, pues un golpe de Estado encabezado por Luis García Meza clausuró la coyuntura democrática, proscribió a los partidos y sindicatos, detuvo, torturó y asesinó a decenas de bolivianas y bolivianos.
De hecho -lamenta Arce-, el mismo día del golpe hizo desaparecer al propio Quiroga Santa Cruz.
Añade que “ahora las amenazas a todo lo avanzado por nuestra Revolución Democrática y Cultural son reales y grandes. Es irrelevante ante el pueblo, y no representa ninguna lección política, la guerra interna dentro de las fuerzas progresistas y de izquierdas”.
Reflexiona al respecto que es el momento de mirar adelante, “de despojarnos del individualismo que ha penetrado en nuestras filas, de actuar con responsabilidad histórica, escuchando a las bases, para dar un salto en el Proceso de Cambio”.
Agrega el mandatario que, por eso es que “antes que sea tarde: la unidad ahora o la derrota mañana”. Reitero mi llamado a caminar en esa dirección a los partidos progresistas y de izquierdas tengan o no personería jurídica, a los movimientos sociales y los sindicatos, grandes y pequeños, del campo y la ciudad, y a todo el pueblo trabajador (…)”.
Refiere Arce que con unos habrá más afinidad táctica y con otros, mayor compatibilidad estratégica, pero sin los unos y los otros no habrá ni victoria táctica ni mucho menos perspectiva de avance estratégico.
Al hacer un análisis histórico, recuerda que, desde fines del siglo XX y principios del XXI el bloque indígena originario campesino, la clase obrera y los sectores populares han asumido la lucha electoral como un verdadero desafío y como el escenario para disputar, con su proyecto, el poder político del Estado.
Subraya que esa estrategia ha sido victoriosa, pues la combinación de la lucha social y política ha permitido inaugurar un Proceso de Cambio en el cual, por vez primera, las clases explotadas y oprimidas se convirtieron en gobierno.
Considera que desde ahí ampliaron la democracia, profundizaron y ensancharon derechos, tomaron medidas que permitieron generar excedentes, distribuirlos de distintas maneras para beneficio de la población y se sentó soberanía nacional.
Sobre esta base y en referencia al próximo 17 de agosto, el jefe de Estado insiste en que cada acto electoral significa un gran desafío para el pueblo y una convocatoria a la responsabilidad de dirigentes, autoridades y bases organizadas.