En una vieja casa de la calle Calzada, del Vedado capitalino, donde ahora radica la sala teatro Hubert de Blanck, un grupo de patriotas allí reunidos cumplen con su principal misión: constituir el Primer Partido Comunista de Cuba.

No llegan a 20 los delegados e invitados de cuatro agrupaciones de comunistas participantes en el Congreso que sesiona dos días, 16 y 17 de agosto de 1925, hace exactamente un siglo.
Destacan entre sus fundadores Carlos Benigno Baliño López –uno de los precursores más lúcidos del pensamiento marxista cubano y compañero de José Martí en la creación del Partido Revolucionario Cubano (PRC), en 1892– y Julio Antonio Mella McPartland, con reconocido liderazgo estudiantil y antimperialista.
Tras su arribo a La Habana el joven polaco Fabio Grobart, de origen judío y vinculado al movimiento comunista mundial, también asiste como delegado. Un dato curioso es que ya anciano, 50 años después, Grobart en 1975 propone en el Primer Congreso del Partido Comunista al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz como su Primer Secretario.
Al volver la mirada hacia el cónclave de aquel agosto de 1925, vemos cómo el auditorio –aparte de un programa de reivindicaciones para los obreros y campesinos– se propone trabajar de manera activa en los sindicatos, luchar por los derechos de la mujer y la juventud, además de concederle gran importancia a la educación partidista y al reforzamiento ideológico de la prensa obrera.
La nación se encuentra atada al hegemonismo de Estados Unidos en lo político, militar, comercial y económico, aunque a la vez germina la conciencia nacional, devenida en hervidero de ideales y la organización partidista encamina su lucha hacia el derrocamiento del régimen sanguinario de Gerardo Machado, quien sentía gran desprecio por la ideología comunista y desata el más cruel acoso sobre sus principales líderes.
El dictador manda a deportar a José Miguel Pérez, el secretario general electo, con el pretexto de ser canario (español). Varios de los miembros del Partido, entre ellos Baliño (fallece al año siguiente) son detenidos y ordena el asesinato de Julio Antonio Mella, en México.
La respuesta del Partido es reforzar su dirección, extenderse hacia otras localidades e intervenir en varias huelgas y en la marea de protestas que obliga a huir de Cuba el 12 de agosto de 1933 al Asno con Garras, como llama Rubén Martínez Villena al tirano.
Se abren perspectivas revolucionarias frustradas por la intervención imperialista y en medio de pugnas y divergencias entre aquellos que combatieron el machadato aparecen nuevos líderes como Lázaro Peña González, Jesús Menéndez Larrondo, Aracelio Iglesias Díaz y Blas Roca Calderío, quienes hicieron de sus vidas un perpetuo bregar por los derechos de la clase obrera y del pueblo. Al igual que
intelectuales del calibre de Juan Marinello Vidaurreta y Carlos Rafael Rodríguez Rodríguez.
Legalizada su existencia en 1938, primero bajo el nombre de Unión Revolucionaria Comunista y a partir de 1944 con el de Partido Socialista Popular, defiende en el parlamento burgués los derechos del pueblo y pelea porque se promulguen las leyes complementarias que permitan hacer realidad las disposiciones progresistas de la Constitución de 1940.
En los años del régimen de Fulgencio Batista vuelve a la clandestinidad. Tras el triunfo de la Revolución se fusionan en una las tres organizaciones políticas que llevaron el peso de la lucha contra el dictador: el Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro Ruz, el Partido Socialista Popular de Blas Roca Calderío y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo de Faure Chomón Mediavilla.
Así surge en julio de 1961 la agrupación que nombran Organizaciones Revolucionarias Integradas, antecedente para constituir el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba.
Este último, desde 1965 adopta el nombre de Partido Comunista de Cuba, el cual es único, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, fuerza política dirigente superior de la sociedad y el Estado, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo.
El Partido fundado por Baliño y Mella hace 100 años resulta sucesor del PRC y antecedente del actual Partido Comunista de Cuba. Sin lugar a dudas sirve de necesario eslabón entre el pensamiento patriótico del siglo XIX y las ideas de emancipación social de la vigésima centuria.
Otros artículos del autor:
- None Found