Petro recompone relaciones con EE.UU. tras gesto de acercamiento de Washington

El presidente Gustavo Petro Urrego se reunió en la Casa de Nariño con el encargado de negocios de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, acompañado del embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, con el objetivo de aliviar las tensiones generadas por los insultos de Trump al Jefe de Estado colombiano, ocasión en que propuso a la Casa Blanca apoyar a su país en una estrategia integral contra el narcotráfico, centrada en invertir en la reforma rural integral, fortalecer la producción agraria y reducir incentivos hacia la economía ilegal.

El encuentro, calificado por ambas partes como “largo, franco y constructivo”, representa el primer acercamiento oficial tras el impase diplomático generado por la agresividad y arrogancia de Trump, furioso por las críticas de Petro a su estrategia antidrogas en el Caribe, violatoria de los DD.HH., y a que amenace con una agresión militar contra Venezuela.

Petro repudió los asesinatos de civiles en alta mar bajo la excusa de que son narcotraficantes que quieren introducir drogas en EE.UU. y responsabilizó a Trump de ordenar la matanza de al menos dos ciudadanos colombianos.

Durante la reunión con McNamara, Petro reafirmó el compromiso del Gobierno con la ampliación del programa de sustitución de cultivos ilícitos, una de las banderas de su gestión. Subrayó la necesidad de que EE.UU. base su cooperación en cifras reales y verificadas sobre la producción de hoja de coca.

Recordó que, según datos del Ministerio de Defensa, el crecimiento de los cultivos ilícitos ha disminuido sostenidamente desde 2021, mientras que las incautaciones de cocaína han aumentado en volumen y eficiencia. Desde agosto de 2022 hasta noviembre de 2024, el Gobierno de Petro incautó 1.764 toneladas de cocaína, que habrían representado 56.028 millones de dólares de ingresos para organizaciones criminales. El mandatario cifró en 34 las toneladas incautadas desde finales de 2024 a la fecha «y ni un solo muerto», recalcó días atrás.

“El actual Gobierno es el que más ha incautado, no solamente en volumen, sino en relación al crecimiento de los cultivos de hojas de coca”, enfatizó el jefe de Estado, reiterando que Colombia mantiene resultados verificables en la lucha antidrogas, a pesar de errores metodológicos reconocidos por Naciones Unidas en las mediciones previas.

Otro de los puntos centrales fue la propuesta de renegociar los aranceles agroindustriales entre ambos países. Petro planteó eliminar los gravámenes a productos agrícolas y agroindustriales colombianos, a fin de fortalecer la producción lícita y reducir los incentivos hacia la economía ilegal.

En palabras del Presidente, el objetivo es “fortalecer la producción agraria, invertir en la reforma rural integral y garantizar mercados en Estados Unidos para los productos de las zonas de sustitución de cultivos”.

Petro insistió en legalizar la exportación de cannabis, dado que esta planta fue retirada de la lista de sustancias peligrosas por la ONU, y pidió apoyar la prevención del consumo en Estados Unidos como parte de un enfoque compartido de responsabilidad.

Por su parte, el encargado de negocios John McNamara manifestó la voluntad del Gobierno estadounidense de mantener abiertos los canales diplomáticos y reconoció que el diálogo “es fundamental para superar las diferencias”.

Sin embargo, aclaró que las decisiones arancelarias son competencia exclusiva del presidente Trump, lo que deja abierta la discusión sobre la viabilidad de las propuestas comerciales del mandatario colombiano.

“La sola realización de esta reunión ya es un mensaje sobre la relevancia que Colombia mantiene en la agenda de Washington”, declaró Petro antes del encuentro, recordando que desde su llegada al poder no ha sostenido diálogo directo con un embajador estadounidense, dado que el cargo no ha sido formalmente designado por el Capitolio.

Tanto Petro como McNamara coincidieron en que se realizarán nuevos encuentros en las próximas semanas para continuar el proceso de normalización diplomática y definir una hoja de ruta que permita fortalecer la cooperación antidrogas, económica y comercial.