Nuevo estudio estima que las sanciones unilaterales causan más de medio millón de muertes al año

Hallazgos publicados en The Lancet Global Health concluyen que las sanciones son tan letales como los conflictos armados

Washington, DC — Un nuevo estudio publicado en la revista médica británica The Lancet Global Health revela que las sanciones económicas unilaterales provocan a nivel global alrededor de 564 000 muertes en exceso cada año. Los hallazgos, realizados por los economistas Mark Weisbrot, Francisco Rodríguez y Silvio Rendón, muestran que este costo humano es aproximadamente equivalente al total de muertes causadas por las guerras — incluidas las bajas civiles— y supera al número anual de muertes en combate.

La mayoría de las muertes asociadas a las sanciones en las cinco décadas posteriores a 1970 corresponden a niños menores de cinco años.

“Es inmoral e indefendible que una forma tan letal de castigo colectivo continúe utilizándose, y más aún que se haya expandido de manera constante a lo largo de los años”, dijo Mark Weisbrot, coautor del estudio y codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). “Además, las sanciones suelen entenderse erróneamente como si fueran una alternativa de política menos letal, casi no violenta, en comparación con el uso de la fuerza militar”.

El estudio analiza el impacto de las sanciones económicas en la salud utilizando un conjunto de datos sobre tasas de mortalidad específicas por edad y episodios de sanciones en 152 países entre 1971 y 2021. Se encuentra una asociación significativa entre las sanciones y el aumento de la mortalidad, con “efectos más fuertes… en el caso de las sanciones unilaterales económicas aplicadas por Estados Unidos”, y “sin evidencia estadística que indique un efecto en el caso de las sanciones impuestas por las Naciones Unidas”.

Los investigadores analizaron el impacto de las sanciones en las tasas de mortalidad por grupo etario. Encontraron que el 51 por ciento de las muertes atribuibles a las sanciones entre 1970 y 2021 correspondió a niños menores de cinco años. La mayoría de las muertes (el 77 por ciento de las muertes en ese período) se concentró en personas de entre 0 y 15 años y entre 60 y 80 años.

Este es el primer estudio que analiza de manera sistemática los efectos de las sanciones sobre la mortalidad por grupo etario, utilizando datos comparativos entre países y métodos diseñados específicamente para responder preguntas causales a partir de datos observacionales.

“Los resultados ilustran cómo los efectos de las sanciones sobre la mortalidad tienden a intensificarse con el tiempo, siendo los episodios de sanciones prolongadas los que conllevan un mayor costo en vidas humanas”, escriben los autores.

También señalan que las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos o la Unión Europea pueden ser más letales que las sanciones multilaterales impuestas por la ONU, ya que “las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU. o la UE pueden estar diseñadas de manera que tengan un impacto negativo mayor sobre las poblaciones objetivo”. En contraste, las sanciones de la ONU “han sido concebidas con el objetivo de minimizar su impacto en la población civil, aunque aún se debate en qué medida han logrado cumplir con ese propósito”.

A pesar de su letalidad y de que, en muchos —si no la mayoría— de los casos, no logran provocar un “cambio de régimen” ni alcanzar otros objetivos de política exterior (siendo el bloqueo a Cuba, que ya dura más de 60 años, un ejemplo emblemático), “el uso de sanciones económicas ha crecido significativamente en las últimas décadas”. Entre 2010 y 2022, “el 25% de todos los países del mundo fueron objeto de algún tipo de sanción por parte de Estados Unidos, la Unión Europea o las Naciones Unidas, en comparación con un promedio del 8% en la década de 1960”.

“Hemos visto cómo las sanciones económicas —especialmente las impuestas por Estados Unidos— han contribuido de forma sustancial al colapso económico en países objeto de sanciones, como Venezuela”, dijo Francisco Rodríguez, coautor del estudio y profesor de Asuntos Públicos e Internacionales en la Josef Korbel School de la Universidad de Denver.

“Las sanciones a menudo fracasan en lograr sus objetivos declarados y, en cambio, solo castigan a las poblaciones civiles de los países afectados. Ya es hora de que Estados Unidos, la Unión Europea y otros actores poderosos de la comunidad internacional reconsideren seriamente este mecanismo cruel y, con frecuencia, contraproducente”.

(Tomado de Center for Economic and Policy Research)

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