Este verano en Isla de la Juventud, una iniciativa cultural ha conquistado la imaginación de niños y padres: un curso de modelaje en porcelana fría impartido por la artesana Madelín Cereijo García.
La propuesta, acogida con entusiasmo por la comunidad, brindó a 16 niños la oportunidad de descubrir un mundo más allá de las tecnologías digitales.
Entre ellos, Brayan Domínguez Rivera relató con emoción su experiencia: “Aprendí que en la vida hay mucho más que pantallas para divertirse. La porcelana fría desarrolla la creatividad. El dragón que hice me lo quedo de recuerdo”. Su familia valora el curso como una alternativa enriquecedora que podría convertirse en un pasatiempo duradero
También para padres como Lisandra Maquintoche Rodríguez, el taller resultó revelador. “Traje a mi niña Isabela porque las artes están vinculadas al desarrollo desde pequeños. Es una forma de crear, imaginar y alejarse por momentos de las tecnologías. Además, quién sabe si algún día forme parte de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA)”, expresó.
Elías Heredia Roncourt, presidente de la filial pinera de ACAA, reconoció el valor de la propuesta. “Este verano ha sorprendido por sus iniciativas. Madelín tiene un historial dedicado al rescate de tradiciones. Esta técnica tan novedosa puede sembrarse desde la infancia y mezclarse con otras formas de cerámica. Lo que han logrado los niños es sencillamente asombroso”.
El curso no solo dejó obras como dragones y figuras decorativas; también sembró curiosidad, disciplina y una forma distinta de ver el arte manual como vehículo de crecimiento personal. La experiencia confirma que la infancia necesita espacios de expresión y que las manualidades continúan siendo una vía efectiva para formar seres creativos y sensibles.
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