
“Desde 1977 integro la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (Aclifim), para mí es un honor pertenecer a ella, porque me ha preparado en lo personal y en lo laboral y propiciado otras oportunidades. Me incorporé con el anhelo de insertarme a la sociedad ya que por la incapacidad motora con que nací –pie equino varo congénito, una malformación que requirió 19 operaciones quirúrgicas– me dificultaba caminar y laborar, pero la Aclifim me facilitó empleo como tabaquero…”.
Son las reflexiones de Arnolber Hijuelos Elías, presidente de la Aclifim en la Isla de la Juventud e integrante de su dirección nacional, en este diciembre en que los más de 2 520 integrantes de la organización aquí celebraron recientemente con mayores motivaciones junto a otras agrupaciones la Jornada Internacional de Equiparación de Oportunidades, durante la que realizaron diversas actividades que iniciaron con homenajes a Fidel y prosiguieron con encuentros deportivos y culturales, matutinos en sus talleres y reconocimientos, así como acciones encaminadas a sensibilizar a la población a cultivar la solidaridad hacia estas personas.
“Me siento bien de salud
–confiesa el joven en la sede de la asociación en calle 37 entre 32 y 34 en Nueva Gerona–, no necesito usar silla de ruedas ni bastón a no ser en crisis, me gradué de Técnico Medio en Alimentos, aproveché más posibilidades de estudio y estoy muy agradecido…”.
Argumenta que si en sus inicios hace más de cuatro décadas la organización pretendía agrupar a las personas con discapacidades físico motoras, e integrarlas a una vida socialmente útil, hoy busca mucho más, orientarlas también en torno a los derechos humanos fundamentales como la educación, la salud, el empleo, la rehabilitación, una vida digna, con una mirada más inclusiva, que destierra la discriminación de antaño.
Medita que hoy la Aclifim junto a los miembros de las asociaciones de Ciegos y Débiles Visuales (Anci), así como la de Sordos (Ansoc) e instituciones diversas no solo une esfuerzos en la jornada de Equiparación de Oportunidades y otros momentos, sino que lo hace cada día.
“En estos momentos compartimos otra satisfacción
–agrega–, está en proceso de constitución en el territorio de una nueva organización hermana: la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI), nacida el pasado año en el país con el objetivo de promover el desarrollo inclusivo y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos y que incluirá a casos con síndrome de Down y otros.
Significa el acompañamiento de las instituciones del Estado a nuestras organizaciones en la protección de los derechos de estas personas, a tono con el humanismo de la Revolución y nuestra Constitución.
“En la actualidad en las comunidades se multiplica –destaca– el quehacer de nuestras 11 organizaciones de base y crece la membresía, ya con 974 hombres, 1 426 mujeres, 74 niños y 49 niñas…, personas con amputaciones de piernas, parálisis cerebral, hemiplejia… que a pesar de sus limitaciones amplían oportunidades y derechos, e integran de manera activa en sus barrios”, comenta Hijuelos Elías y ejemplifica con nombres y apellidos de asociados que lideran en cuadras, colectivos y organizaciones.
Dijo sentirse satisfecho de la capacitación que hoy se ofrece a los aclifimistas y los vínculos con instituciones como Trabajo y Seguridad Social –el órgano de relaciones con la Aclifim–, Educación, Cultura, el Inder y Salud Pública, que agilizan con prioridad no solo la inserción laboral y social o de estudio, sino también la tramitación de ayuda social como el Servicio de Atención a la Familia (Saf) que complementa la alimentación, camas especiales y medios de ambulación.
“Quienes formamos parte de la Aclifim hemos asumido, además, el desafío en el dominio de redes sociales en Internet como Facebook, Instagram, WhatsApp y X, para mantenernos informados y unidos, socializar experiencias. En el territorio tenemos dos grupos en WhatsApp, también está la plataforma institucional en Facebook”.
Valora Arnolber que las serias restricciones por el recrudecimiento del bloqueo del gobierno estadounidense dificultan los medios para la movilidad y otros recursos, pero asegura que no dejan de buscar variantes. “La dirección nacional de la Aclifim –amplía– nos ayudó con 66 sillas de ruedas este año que aunque insuficientes, representan un gran esfuerzo”.
Respecto a bastones y andadores no ha sido posible disponer de nuevos, pero el taller de calzado ortopédico ha cooperado por lo que OrtoIsla merece el reconocimiento por esas alternativas”.
Habla con orgullo de la participación en el VII Congreso de la Aclifim, celebrado semanas atrás y donde el territorio estuvo representado por primera vez con 11 delegados, quienes trabajaron en varias comisiones.
Mientras en muchos países los discapacitados reclaman derechos pisoteados, aquí la inclusión y equiparación de oportunidades no son consignas al aire ni exclusivas de la semana del 27 de noviembre al tres de diciembre, sino asuntos de cada día en una nación que le ensancha horizontes a las personas con discapacidades que reciben apoyo de entidades y de una sociedad que los prioriza con humanismo sin límites.
(*) Colaborador