Graduada recientemente de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad, esta mujer representa a los jubilados pineros en el Comité Municipal de la CTC

MERCY no parece mujer de su edad la cual reservamos en esta ocasión, mas sí resultan evidentes sus sobradas energías para trabajar y hacer, suficientes como para repartir a una docena de jóvenes.
Cederista, sindicalista, revolucionaria abnegada y, sobre todo, excelente federada es Mercedes Delgado Meralla, segunda pinera en recibir la Orden Mariana Grajales, el más alto reconocimiento que otorga el Comité Nacional de la FMC, cuando ya ostentaba anteriormente la Orden Ana Betancourt.
¡Cuánto orgullo para Mercy haber sido condecorada justo de las manos del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez!
“Constituye un compromiso a continuar trabajando por la sostenibilidad de nuestra Revolución, por nuestros principios afirma Mercedes, para seguir diciendo que sí se puede, incluso a pesar de los años y obstáculos. Aunque estoy jubilada es una alta responsabilidad con mis federadas; el reto es continuar dando lo mejor en pos de alcanzar los resultados que necesita la mujer para seguir emancipada”.
Delgado Meralla ha dedicado más de cinco décadas a la organización femenina y fue justo en la víspera del festejo por los 62 años de creada la FMC el pasado 23 de agosto cuando recibió el sumo homenaje, conferido a cubanas cuya labor constituya una muestra excepcional de actitud revolucionaria o internacionalista, así como por aportes extraordinarios a la formación de las nuevas generaciones, al logro de la plena incorporación de la mujer a la sociedad, al desarrollo del país y a la defensa de la Patria.
“El reconocimiento es al esfuerzo de todas las mujeres de la Isla, en especial a las de las nueve delegaciones que integran el bloque 96 Mariana Grajales –antiguo bloque 58 A–, del reparto Comandante Pinares, en La Fe, del cual soy su secretaria general desde el 2016, y en el aniversario 60 de la constitución de la organización fue de los primeros que en esa zona obtuvieron la condición 60 Aniversario de la FMC”.
Pero la labor de Mercy se traspola también al magisterio y al sindicato: “Por más de 25 años estoy en la Central de Trabajadores de Cuba aquí, donde soy la representante de los jubilados en el Comité Municipal. Desde el 2019 he estado al frente de la celebración del Primero de Mayo en el consejo popular La Fe, evaluado de satisfactorio por los actos realizados.
“Al sindicato cuenta llegué después de 20 años como dirigente sindical de base; comencé en el movimiento obrero en 1974 en la Esbec Túpac Amaru y aún me mantengo; trato de ayudar a los cuadros jóvenes”.
Asimismo, ha ocupado diferentes responsabilidades como presidenta de la comisión electoral en el barrio, fue miembro de la comisión municipal y hace un tiempo “asumo como presidenta del Colegio Electoral”.
Otros momentos han sido significativos en su vida: “El principal fue la posibilidad que me dio la naturaleza de ser madre y conducir a mis hijos en los principios revolucionarios”. Ello ha hecho que para ella sea tan importante la familia: “El legado de mis padres constituyó el motor impulsor para tener esta energía y seguir luchando por esta Revolución, gracias a la cual me hice maestra y tuve un hogar digno, con el que antes no podíamos contar solo por el color de la piel”.
Tras jubilarse en el 2007 para cuidar de sus padres hasta su posterior fallecimiento, Mercedes se reincorporó a la vida laboral en 2009 como maestra en la facultad Camilo Cienfuegos Gorriarán, en La Fe, donde permaneció hasta el 2017, año en que sufrió una fractura y luego de la rehabilitación la CTC la convocó a unirse a su quehacer.
“Ahí permanezco hoy, trasmitiendo mis conocimientos. Gracias al apoyo recibido pude graduarme de la Cátedra del Adulto Mayor. Así que por supuesto, me siento una mujer totalmente realizada, comprometida y puedo seguir dando más en apoyo a la Revolución”
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