
Una terrible situación de miseria y desamparo, analfabetismo, acoso, desalojo, persecuciones, asesinatos retrataban la vida de las mujeres y los hombres de la campiña cubana cuando el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, jefe del II Frente Oriental Frank País, convocó al Primer Congreso Campesino en Armas.
Aquel domingo 21 de septiembre de 1958, unos 200 delegados de las 84 bases campesinas en representación de aparceros, precaristas, semiproletarios de los seis municipios de la antigua provincia de Oriente, acompañados por dirigentes obreros, se reunieron en Soledad de Mayarí Arriba, en Sierra Cristal, en el salón de baile y bar que junto a la valla de gallos eran las únicas instalaciones existentes en el caserío carente de las vías de acceso, escuelas y hospitales.
Los participantes expusieron el problema de la falta de títulos de propiedad, la necesidad de acabar con la dependencia económica de Estados Unidos, la monopolización de las riquezas y los medios de producción. También abogaron por el fortalecimiento de la alianza obrero-campesina, aprobaron una Declaración de Principios en apoyo al Ejército Rebelde y de condena al régimen tiránico y pronorteamericano de Fulgencio Batista.
Tras los debates y la elección de los dirigentes el Comandante Raúl Castro en sus conclusiones, calificó al congreso de memorable: “En esta etapa histórica en que vivimos, sin Reforma Agraria no puede haber Revolución Cubana; y aquí, tal vez por participar en el mismo, no nos percatamos de la magnitud de este acto, porque hoy, está iniciándose, está gestándose, está naciendo la Revolución Agraria que ha de echar las bases de la verdadera Revolución Cubana”.
Solo después del triunfo de la Revolución se hizo justicia con la firma de la Primera Ley de Reforma Agraria, la construcción de viviendas y la electrificación llegó a lugares antes ni soñados, entre otros beneficios.Las organizaciones campesinas se unieron el 17 de mayo de 1961 en la constitución de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.
A 64 años del trascendente encuentro el campesinado se esfuerza en cumplir con su principal deber: producir alimentos para el pueblo compromiso que asume con la aplicación de la innovación, ciencia, técnica, ahorro, iniciativas y creatividad en medio del férreo bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba, nación libre y soberana que jamás será doblegada.
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