Más de tres siglos derrochando entrega, valor y altruismo

Lejos en el tiempo, pero vigente en la memoria y en el accionar diario del Cuerpo de Bomberos de Cuba, está el 13 de noviembre de1696 cuando vecinos de Santa Clara aunaron esfuerzos para constituir este servicio, que durante más de tres siglos ha enfrentado innumerables desafíos.

Con la constancia se logra un mayor acoplamiento y perfección/ FOTOS: Yesmani Vega Ávalos

Héroes del pueblo, ejemplos de entrega, valor, altruismo y sacrificio, así son nuestros titanes de verde olivo, comprometidos con la noble misión de salvaguardar vidas humanas, bienes y recursos, aunque para ello arriesguen su integridad física en cada salida a extinguir incendios o en acciones de rescate y salvamento. Su hacer inscribe páginas gloriosas en la historia.

En el Comando Especial de Bomberos Isla de la Juventud vive ese espíritu. La preparación permanente constituye la clave para enfrentar con éxito cualquier siniestro o eventualidad que pueda surgir, evitando pérdidas y lesiones.

El primer teniente Oliver Fidel Ávila Queralta, jefe de compañía de dicho Comando, destacó que a diario puntualizan elementos de organización, chequeo de los objetivos, principales peligros y riesgos potenciales, entre otras disposiciones.

Pablo con tres meses en la unidad ya ha participado en varios servicios/ FOTOS: Yesmani Vega Ávalos

“Comenzamos cada jornada con la entrega de la guardia y la puntualización de las tareas que quedaron pendientes el día anterior para darle continuidad. De igual manera hacemos énfasis en el adiestramiento de los soldados, que aquí es especializado; lleva un considerable desgaste físico y mucha preparación sicológica, para poder enfrentar siniestros de medianas o grandes proporciones u otra eventualidad a la que el ser humano no está acostumbrado.

“Les damos preparación física, ejecutamos los despliegues que tenemos establecidos en nuestras normas como bomberos y así se van preparando, acoplando y perfeccionando su desempeño en las labores específicas del Comando”.

La fuerza allí se renueva por etapas, teniendo en cuenta que los muchachos que cumplen con el Servicio Militar permanecen en la institución por un período determinado.

El joven soldado Pablo Ortiz Estévez acumula tres meses en la unidad y ya ha participado en varios servicios. Resaltó las buenas relaciones personales existentes entre todos los integrantes de la fuerza, el buen entendimiento con los oficiales y los conocimientos que ha adquirido en cada jornada.

Brian ponderó los valores que allí se inculcan/ FOTOS: Yesmani Vega Ávalos

Su compañero Brian Francisco Guerra López lleva ya diez meses y asegura que “hemos creado una familia, aquí aprendemos el valor del compañerismo y la camaradería, el amor al trabajo, al cumplimiento del deber y eso hace que el tránsito por el servicio militar sea más ameno.

“He aprendido bastante, aún no tengo el nivel profesional que otorga la escuela de bomberos, pero he intervenido en varios servicios, he aprendido los despliegues, el manejo de la escalera, a pitonear, indudablemente saldré mejor preparado para enfrentar la vida”, añadió.

Cuando se marcha un grupo que concluye el servicio militar, comienza para los que se incorporan un nuevo ciclo de preparación emergente de 15 o 20 días, ahí aprenden el actuar de un bombero ante las diferentes situaciones, incendios, derrumbes e inundaciones, subrayó el primer teniente y jefe de compañía.

“Ese plan emergente es como una segunda preparación previa pero relacionada con las labores del bombero, luego continuamos con el plan metodológico que tenemos implementado de acuerdo con nuestras normas”.

Los soldados reciben preparación especializada/ FOTOS: Yesmani Vega Ávalos

Pero estos aguerridos hombres de verde olivo no solo se dedican a apagar incendios o enfrentar catástrofes, también afrontan otras misiones orientadas por el mando del Ministerio del Interior (Minint).

“Participamos en el enfrentamiento a ilegalidades, en recorridos nocturnos para combatir actos vandálicos o hurtos que puedan proliferar en la ciudad. Atendemos casos como los apartamentos cerrados, personas que quedan encerradas en alguna vivienda, un gato atrapado en un árbol que hay que bajar u otro animal más peligroso que se escape.

“Contamos con inspectores que rigen el control y cumplimiento de lo establecido por nuestras normas de protección contra incendios, donde están indicados los parámetros que deben reunir las entidades e industrias y nos corresponde hacerlos cumplir, de no ser así adoptamos medidas como la paralización de equipos o la clausura de locales, en dependencia de la problemática que se detecte”, explicó Ávila Queralta.

En el Comando, con independencia de las jerarquías de jefes y subordinados, se aprecia que las relaciones interpersonales son muy buenas.

“Todos nos cuidamos, tenemos que confraternizar unos con otros, preocuparnos por el bienestar de los soldados y eso los reconforta, pues ese hombre es el que te puede salvar la vida en una situación excepcional y a cualquier otro compañero que se encuentre con él en una eventualidad”.

Primer teniente Oliver Fidel Ávila Queralta, jefe de compañía del Comando/ FOTOS: Yesmani Vega Ávalos

El primer teniente Ávila Queralta ostenta la distinción Elogio a la Virtud del Minint por su participación en la extinción del incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros de Matanzas,  experiencia que no olvida.

“Fue triste porque perdimos a compañeros que en un momento de la vida nos enseñaron y encaminaron en la ruta de esta profesión. En lo personal sufrí la pérdida de un amigo, eso me enseñó que es necesario continuar preparándose para un trabajo como este, pues no sabemos cuándo ni cómo, nos podemos encontrar un siniestro de esta magnitud.

“Como a todo ser humano me sorprendió, porque nunca había ocurrido un suceso de este tipo en el país y por mucha profesionalidad y años de experiencia que uno tenga, siempre existe el temor de quedar atrapado, hay que superarse y con dedicación, tanto los jefes como la tropa, para enfrentar con éxito un servicio determinado”.

Antes de finalizar, envió un mensaje a la población sobre la necesidad de evitar conductas y procederes que provoquen sucesos lamentables.

“Deben mantenerse alerta y no efectuar en las viviendas ninguna actividad peligrosa. Por ejemplo, existen personas que se dedican a trasladar gas licuado de un cilindro a otro, eso no debe hacerse. Tampoco es acertado colocar el cilindro debajo de un tomacorriente o un interruptor. Debemos evitar salir de la casa y dejar el fogón encendido o una vela cerca de las cortinas, pues no se sabe el tiempo que demorarán fuera del hogar y esto pudiera provocar un incendio”, concluyó.

Otros artículos del autor:

Isla de la Juventud
Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *