Mantener la vigilancia para combatir la negligencia

Redacción digital

Cuando nos adentramos en el segundo mes del período crítico en la Campaña Nacional de Protección contra Incendios Forestales –que se extiende del primero de enero al 31 de mayo–, en la Isla de la Juventud las fuerzas vinculadas a la protección de los bosques mantienen la vigilancia, ejecutan acciones y adoptan medidas para reducir la ocurrencia de siniestros en esta época de alta peligrosidad.

Al cierre del mes de enero, según los datos ofrecidos por Yanet Matos Rodríguez, técnica de manejo del fuego del Cuerpo de Guardabosques del Ministerio del Interior, se produjeron seis incendios forestales –todos de pequeñas proporciones– en la zona centro-oeste del territorio.

En sus precisiones Matos Rodríguez aclaró que el 50 por ciento de las causas que los originaron, tienen que ver con la negligencia de las personas, quienes con una baja percepción de riesgo arrojan colillas de cigarro, hacen un mal empleo del fuego o transitan con vehículos sin matachispas cerca de las áreas boscosas.

Resulta oportuno destacar que esas indisciplinas inherentes al factor humano, se combinan con las condiciones ambientales recurrentes en esta época del año, dentro de las que sobresalen la intensa sequía, elevadas temperaturas, hierba y vientos secos y acumulación de mucho material combustible.

Son innegables, e incluso aterradores los efectos devastadores que puede provocar el fuego cuando este alcanza grandes proporciones y se escapa del control, no solo para los macizos verdes que son los que más se afectan, sino también, para todos los recursos naturales y la biodiversidad que coexiste al amparo de los bosques, e incluso los asentamientos poblacionales enclavados en zonas aledañas.

Es por ello que, como parte de la Campaña Nacional de Protección contra Incendios Forestales, se promueve y desarrolla un amplio cronograma de acciones encaminado a concientizar y elevar la percepción de riesgo de las personas con el propósito de evitar la ocurrencia de este tipo de fenómenos.

En consonancia con los planes y resoluciones –53 y 59– se ejecutan acciones de divulgación, se trabaja en las reuniones de inicio de la campaña con la dirección operativa, cooperaciones con los Organismos de la Administración Central del Estado, trabajo conjunto con los tenentes de patrimonio forestal, cumplimiento de las medidas técnicas-especializadas y capacitación de las fuerzas profesionales, especializadas y voluntarias que se forman para enfrentar la contienda.

Entidades tenentes de patrimonio forestal, en este caso la Empresa Agroforestal y la Empresa Flora y Fauna, poseen brigadas especializadas que, junto a la fuerza profesional del Cuerpo de Guardabosques emplazada en la unidad de manejo de fuego, están capacitadas para combatir los incendios forestales.

La detección de los siniestros se lleva a cabo a través de los cuerpos de guardabosques, mediante llamadas telefónicas de la población a las unidades cercanas y también con la contribución de las fuerzas eventuales contratadas.

El trabajo preventivo en las comunidades, sobre todo en aquellas enclavadas en las cercanías de las zonas de bosques, es fundamental para elevar la percepción de riesgo. Allí como parte de la labor profiláctica se realizan barrio debates y charlas educativas en coordinación con los Comités de Defensa de la Revolución, dirigidas a que los lugareños adquieran conocimientos sobre estas temáticas, puedan adoptar medidas preventivas y de ser necesario accionar ante la ocurrencia de los incendios forestales.

Asimismo, resulta vital que los residentes en las cercanías de las áreas boscosas que pretendan utilizar el fuego para el control de plaga de animales, quemar residuos de cosecha, o elaborar hornos de carbón vegetal, deberán acercarse a las unidades más cercanas del Cuerpo de Guardabosques para solicitar el permiso de uso del fuego.

En fin, de lo que se trata es de concientizar a las personas, fortalecer la cooperación entre todos los tenentes de patrimonio forestal, los residentes en las zonas proclives y entre todos combinar esfuerzos en aras de proteger y conservar el patrimonio forestal.

Otros artículos del autor:

Isla de la Juventud Opinión
Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *