Lula pide a Trump levantamiento de aranceles y de sanciones

Telesur

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo este lunes una videoconferencia con su par estadounidense, Donald Trump, en un gesto diplomático que marca un giro en las relaciones bilaterales tras meses de fricciones por aranceles y sanciones.

El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, calificó el encuentro como “positivo” y adelantó que los detalles serán difundidos en un informe oficial de la Presidencia. La reunión, de unos 30 minutos, también contó con la participación del canciller Mauro Vieira, el vicepresidente Geraldo Alckmin, el asesor Celso Amorim y otros miembros del Gabinete.

De acuerdo con fuentes oficiales, Lula solicitó el levantamiento de los aranceles de hasta 50 % aplicado a ciertos productos brasileños y la eliminación de medidas coercitivas unilaterales que afectan a ministros y jueces del Supremo Tribunal Federal, esto último tras enjuiciar y declarar culpable de golpismo al exmandatario de ultraderecha Jair Bolsonaro

En un tono cordial, Lula y Trump recordaron la buena sintonía de su encuentro en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU. El jefe de Estado brasileño subrayó que Brasil es uno de los pocos países del G20 con los que Washington mantiene superávit comercial y defendió la necesidad de recuperar una agenda de cooperación.

Lula aprovechó la ocasión para invitar a Trump a reunirse en persona durante la próxima Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en Malasia y reiteró su invitación para que Trump asista a la COP30, que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém, estado de Pará. Además, dejó abierta la posibilidad de viajar a Estados Unidos en los próximos meses.

Por su parte, Trump designó al secretario de Estado, Marco Rubio, para dar continuidad a las conversaciones con las autoridades brasileñas, mientras que ambos mandatarios acordaron mantener una vía directa de comunicación tras intercambiar números de teléfono.

El diálogo representa un triunfo político para Lula, ya que rompe con la narrativa de la extrema derecha brasileña, que se había erigido en la principal interlocutora de Trump en la región a través de Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, quien ahora se encuentra en EE.UU. y hace lobby para que Washington imponga más medidas de presión a Brasil.

La reunión abre también una nueva etapa en la negociación de los aranceles, que la Casa Blanca utilizó como herramienta de presión en el marco de las investigaciones judiciales contra Bolsonaro por su papel en el intento de golpe de Estado de 2023.

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