Lucrar con el dolor ajeno

En tiempos de crisis, escasez y necesidad afloran las miserias humanas. Debería ser todo lo contrario, días donde afloren la solidaridad, el humanismo y el amor por el prójimo, de ayudarnos unos a otros a sobrevivir ante la falta del alimento, una pieza o los medicamentos.

Sea lo que sea que nos falte, siempre quien nos extienda su mano tendrá nuestro agradecimiento eterno, pero si se trata de comida o medicamentos el tema adquiere mayor sensibilidad porque involucra la vida.

No es un secreto la difícil situación del país ante la falta de fármacos y materias primas para su producción. Una y otra vez el asunto ha sido tratado en el espacio la Mesa Redonda y el Noticiero Nacional de Televisión, incluso, no solo brindando información actualizada al pueblo de su contexto, sino denunciando cómo algunos inescrupulosos lucran con ellos.

Usted que lee este comentario no me negará lo angustioso que es tener un niño o un abuelo enfermos y no tener el antibiótico que lleva su diagnóstico; más allá de la edad, se trata de una persona, una vida que requiere con urgencia la medicina y ante el desespero de que se nos complique, como padres, hijos o familiares terminamos, sin poder, desembolsando los miles de pesos del tratamiento a quien lo vende.

Amén de si la comercialización ilícita de medicamentos se realiza  por mensajería o a través de grupos en redes sociales, si lo que se expende es de producción nacional tiene otras aristas y mayor responsabilidad ante la justicia, o son traídos, que dicho sea de paso, la ignorancia nos hace sucumbir al doble robo, porque mucho de lo que se vende es pura propaganda y no tiene nada o casi nada de efectividad, el presente trabajo pretende llamar a la sensibilidad humana y a elevar todos la denuncia y el combate a este delito.

Quizás usted se preguntará: “¿Denunciar? ¿Y si en la farmacia no lo hay cómo voy a echar pa’lante al que me lo puede proporcionar? Ahí está la cosa, debemos comentar más de nuestra necesidad a la familia, amigos, vecinos. Esta misma reportera ha completado un tratamiento para los riñones con tres pastillas por aquí, cuatro por allá. Siempre hay alguien de buen corazón que se solidariza.

Meritorio es el que se mantenga un enfrentamiento sistemático a estos hechos ilícitos, pero también que como en el caso de los revendedores y otras indisciplinas, la denuncia oportuna se impone y el no permitir que ese que no trabaja y no aporta lucre con el dolor ajeno.

Otros artículos del autor:

Isla de la Juventud Opinión
Yojamna Sánchez Ponce de León
Yojamna Sánchez Ponce de León

Licenciada en Literatura y Español en la universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo

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One Reply to “Lucrar con el dolor ajeno

  1. Muy bueno su comentario. Hay que acabar con las personas inescrupulosa que revenden los medicamentos a precios exorbitantes. Son personas de bajos sentimientos y que viven a costillas de los demás.

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