ESTE viernes 21 de junio se festeja en el país por cuadragésima novena ocasión el Día del Trabajador Forestal. La fecha coincide con el primer día del verano y el mes más lluvioso en Cuba y que da inicio a la campaña de reforestación en la Isla de la Juventud.
Según Yailén Caballero Sterling, directora adjunta de la Empresa Agroforestal del territorio, los hombres y las mujeres del sector arriban a la efemérides inmersos en un conjunto de acciones dentro de las cuales destaca, precisamente, el comienzo de la reforestación, la cual iniciarán en un primer momento por las áreas aledañas a la autopista que fueron afectadas por los incendios forestales a principio de año.
Al respecto Livia Valdés Valdés, especialista del departamento de Silvicultura de la entidad, destacó que poseen un plan de 500 hectáreas (ha) desglosado en 230 ha en plantación y 270 ha de regeneración natural. “En el vivero –precisó Livia– tenemos alrededor de 83 000 posturas listas.

“El plan de siembra de semilla en el vivero se extiende desde noviembre hasta febrero, mientras la plantación comienza el 21 de junio y concluye el 15 de septiembre. Las especies fundamentales que tenemos son: acacia, pino, roble blanco y teca, de esta última en menor escala.
“Contamos con 150 ha listas para plantar, solo estamos esperando que se oreen un poco porque las lluvias fueron abundantes. A pesar de adversidades como la escasez de combustible y las limitaciones con los sistemas de riego batallamos duro para cumplir los compromisos productivos”.
DENTELLADAS AL TIEMPO
En relación con la madera aserrada explicó Caballero Sterling que si bien presentan problemas con el aserrío, permanecen cumpliendo con el programa de fabricación de sarcófagos. “Continuaremos esforzándonos para cumplir con el resto de las demandas que tenemos, sobre todo garantizar la madera destinada a las inversiones del municipio”, enfatizó la directora adjunta.
Y es que cada día que la Clark Brothersco Olean echa a andar constituye una nueva dentellada que le da al tiempo. Con más de un siglo de explotación, la vetusta maquinaria del aserrío –de procedencia norteamericana– todavía troza maderos, gracias a las innovaciones de sus trabajadores y la recuperación de algunas piezas.

Bien lo sabe Faustino Columbié Hernández, jefe de Transporte, Maquinaria e Industria con 16 años de experiencia en la entidad, quien fue uno de los hombres que la rescató cuando parecía que no arrancaría más.
“Le adaptamos el dromo de una grúa en desuso que tenía la empresa de Recuperación de Materias Primas; la iban a cortar y con él logramos que volviera a funcionar. Así vamos –aseguró Faustino–, tratamos de mantener como sea los equipos funcionando, no nos cansamos de echar pa’lante.
“Ahora el equipo está en condiciones, sin embargo las lluvias nos han afectado. La corriente eléctrica aquí es soterrada, tenemos un hueco donde trabajan la hoja y el volante que se llena de agua, se nos hace difícil controlarla y por ende llevamos varios días sin poder laborar, porque en esas condiciones no podemos echar a andar la maquinaria”.
Recalcó Columbié Hernández que al disponer de todas las condiciones
–combustible, hojas, madera– pueden producir a diario de seis a siete metros cúbicos (m3) de madera aserrada. “Cuando no están, mermamos en el cumplimiento del plan de producción, entonces hacemos de tres a cinco m3 según el momento.

“Empleamos en mayor medida pino y acacia, las producciones se clasifican en tablas A, B y C, más los cuadrantes. El grueso es para la fabricación de sarcófagos, de igual manera abastecemos algunas entidades que demandan nuestras producciones como son las empresas Constructora Integral, Mantenimiento a Inmuebles, Mármol y la Dirección Municipal de la Vivienda”.
Especificó que pretenden recuperar la partidora, máquina por mucho tiempo paralizada y con la cual podrán incrementar los surtidos. “La probamos y solo resta la incorporación del operador que sufrió un accidente.
“La partidora utiliza los cuadrantes de cuatro por cuatro centímetros, dos por seis y tres por cuatro para sacar tablas. Por ejemplo, con los de cuatro por cuatro se obtienen cuatro tablas que pueden ser empleadas en la construcción.
“Contamos con un local para afilar las hojas e intentamos lograr soldarlas aquí cuando sufran partiduras, pues se nos hace engorroso debido a la pérdida de tiempo tener que enviarlas a Pinar del Río para ello”.
En la actualidad se encuentran en fase de completamiento del grupo, pues de los 16 hombres que deben integrar el equipo, en este instante hay nueve.
Allí nada se desecha, el aserrín y la costanera también son útiles. En la carpintería se confeccionan surtidos de elevada demanda para la población como puertas, marcos de puertas y ventanas, camas, tablillas, palos de escoba, entre otros.
Como buena nueva Yailén reveló que cuentan con la asignación de un aserrío que deberán recoger en Pinar del Río apenas se restablezca la transportación marítima.
CAFÉ Y COCO
En el programa del café y el coco también desarrollan actividades, sobre todo para recuperar aquellas acciones proyectadas por el programa de desarrollo integral que se han atrasado.
Wílmer Tamayo Hecheverría, ingeniero forestal al frente de dicho programa, subrayó que en relación con la siembra de 160,2 ha de café en Mella Cítrico y las 134,2 ha del Vietnam –polos cafetaleros de más peso en el programa de desarrollo– la pretensión es plantar 30 ha por año para llegar al autoabastecimiento territorial, el cual es de 160,2 toneladas.
“Hoy, desde el punto de vista de las inversiones estamos un poco rezagados –apuntó Tamayo Hecheverría–, el secado del café en la Isla lo hacemos de forma natural, si tuviéramos una despulpadora
–ya concebida– haríamos el secado pergamino que nos aporta más posibilidades, menos tiempo en los secaderos y mayor aprovechamiento del rendimiento del grano.

“Queremos posicionar el café como el segundo producto en importancia de la empresa. Para conseguirlo trabajamos fuerte a pesar de los obstáculos”.
Sobre el coco Wílmer indicó las acciones que ejecutan para reanimar el cultivo de esa fruta: “Tenemos como cultivo puro 123,7 ha y debemos arribar a las 200 ha en el 2026, a razón de 30 ha por año. Ahora nos enfocamos en un proyecto del Fondo de Desarrollo Forestal (Fonade) para desarrollar esta fruta y rescatar el antiguo cocal de La Melvis.
“En ese enclave pretendemos sembrar 108 ha hasta el 2026. Además, trabajamos con productores aislados de las zonas El Tronco y La Melvis, pues han desarrollado dentro de su gama de cultivos el coco como uno de los priorizados”.
La directora adjunta de la Empresa Agroforestal ponderó que hace poco participaron en una capacitación en Camagüey, con la presencia del Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura para adquirir una desfibradora de coco con el propósito de aprovechar la corteza de la fruta.
Asimismo, aseguró que una vez paren las lluvias continuarán con el impulso a la producción de alimentos como una de las tareas prioritarias de la entidad.
“Según el gran patrimonio de áreas que poseemos, unas
53 000 ha, de las cuales 42 000 son de bosques, podemos incrementar el fomento del ganado menor y la producción de cultivos varios, en lo fundamental”.
