
Puede que todavía haya incrédulos, pero cuando se llegó a la demarcación por vez primera y hablaron de transformaciones existían muchísimos más; era de esperar, numerosos problemas acumulados estaban ahí, a simple vista, en La Caoba, tantos que algunas veces se complejizó deslindar las prioridades.
Antes de abundar en el tema resulta preciso plantear que en el 2022 es prioridad tanto del Consejo de la Administración (Cam) como de la Asamblea Municipal del Poder Popular la atención a los barrios en situación de vulnerabilidad.
A partir de un estudio desarrollado en la Isla de la Juventud se diagnosticaron unos 35 y para el año en curso fueron aprobados más de siete millones de pesos para –con entidades encargadas y la participación ciudadana– cambiar el escenario de las mismas, lo cual cobra mayor trascendencia ante la compleja situación que presentan el país y el territorio para la disponibilidad de recursos.
No obstante, varias de estas demarcaciones reciben el impacto de la tarea gubernamental. Al comienzo de este comentario me refería a La Caoba, que a consideración de algunos vecinos “no estaba en el mapa de la Isla”, debido a los olvidos, sin embargo muchos recobran la esperanza y la confianza.
Ahora ven la estabilidad con el abasto de agua como la “gloria misma”, al igual que la pavimentación, la construcción de aceras y del parquecito infantil, la entrega de materiales para la remodelación de viviendas y de la bodega, que queda como nueva.
A lo anterior se suman las familias beneficiadas con la asistencia social, ocho núcleos que no disponían de ingresos económicos fueron beneficiados con prestaciones monetarias; otra mirada reciben las mamitas con tres o más hijos menores de 12 años, las gestiones realizadas para la incorporación de pequeños al círculo infantil, de jóvenes desvinculados a cursos o empleos y la atención a personas con discapacidad.
Similares acciones se concretan en Cocodrilo, donde entre las principales inversiones sobresalen la reparación de la vía de acceso a ese sureño poblado –con brigadas especializadas de otras provincias del país–, de la escuela primaria y la reinauguración de un círculo infantil con capacidad para 20 niños con el propósito de ayudar a la mujer trabajadora.

Acerca del tema abordaron los presentes en el segundo encuentro del Cam este mes, donde se conoció que realizan gestiones en pos de llegar a las comunidades Resplandor y El Tronco, pero sin abandonar las labores en las anteriores.
Y me parece bien, pues la gente no puede experimentar una sensación de abandono o que no se cumpla con la palabra empeñada. Las acciones tienen que continuar, concretarse, estimular, agigantar compromisos y servir para elevar la calidad de vida de los ciudadanos.
En ese ámbito hablaron de ganar en organización, disciplina, establecer mejor las prioridades, aprovechar los recursos invertidos para entrar a más barrios en situaciones vulnerables este año; así como no solo solucionar problemas materiales sino también llenar la vida espiritual de los pobladores para que las transformaciones sean más duraderas y efectivas al modificar, incluso, modos de actuación para que los propios vecinos cuiden más lo logrado.
La atención a las referidas barriadas se afianza como un esfuerzo que llegó para quedarse. Puede que no todo quede resuelto de un golpe, mas sí los más acuciantes, corroborando cuántos pedacitos se les pueden arrancar a los problemas con entrega, pasión y cuando se establecen prioridades.
Que merece seguirse perfeccionando es verdad, toda obra es perfectible, para ello están las transformaciones y familias agradecidas, como resultado de esa obra mágica de articular a los que aportan y trabajan por los necesarios y buenos cambios.