Lil Rodríguez: La dama que desveló un país con “El Club Caribe”

Lil Rodríguez es una de las más versátiles comunicadoras latinoamericanas del ámbito cultural. Ha ganado en cuatro ocasiones el Premio Nacional de Periodismo en Venezuela, como reconocimiento a su excelencia y a una fértil trayectoria atrapando la creatividad y las historias de nuestra gente. La imagen de portada, atrapa el instante del 27 de junio de 2004, cuando el presidente Hugo Chávez, le entrega el galardón en el Palacio de Miraflores.

Ningún medio se le resiste y la radio ha sido parte especial de esa trayectoria. Los cubanos no han podido olvidar El Club Caribe, que ella conducía, producía y dirigía en Radio Rebelde. Fue un programa que desveló a todo un país.

“Llegué a Cuba en 1983 al ser la única periodista venezolana invitada y autorizada por Cuba para cubrir el Festival de Varadero de ese año, donde estuvo Oscar D’ León. Hasta ese momento mi nexo con Cuba era de solidaridad militante y política. No sabía que mi trabajo cultural fuera seguido con detenimiento por las autoridades. Luego, con la visita de funcionarios de Cuba a Caracas, se fueron estrechando los lazos hasta que Juanito Hernández (ICRT) me pidió que evaluara la posibilidad de hacer en Cuba un programa como el que hacía en Caracas a medianoche. Consulté con mi hijo y me dije: ‛Si Cuba nos ha dado tanto, ¿por qué no habría yo de aportar?’. Y así comenzó esa etapa.

“El Club Caribe estuvo al aire entre 1988 y 1991. El programa iba de 12.00 de la noche a 5.00 de la mañana. Me entregaban los compañeros de Deportivamente y yo le entregaba a Ibarra en Haciendo Radio. Su estructura siempre fue libre. La radio, y la audiencia van generando pulsos y por ahí se guía quien produce y conduce. Por lo menos, es mi caso”.

Lil trabajó siempre apegada a sus raíces y en programas de gran alcance radial para el ámbito caribeño. La emisora venezolana YVKE, por ejemplo, entraba al espacio de la Mayor de las Antillas, casi como una planta local. Cuando llegó a Radio Rebelde, su trabajo ya era apreciado en Cuba. Aquel slogan que anunciaba su programa: “El Club Caribe con Lil Rodríguez”, surcaba todo el archipiélago con su estructura abierta, con sus anécdotas, con sus estrenos…

“Había un día en la semana para leer las cartas de los oyentes, un día para hacer una pregunta y generar respuestas, y un día para colocar un disco nuevo o de colección y comentarlo. Las efemérides también fueron importantes. La música era el plato fuerte: un real balance entre muy buena música cubana invisibilizada y buena música caribeña. Traje 6.000 discos conmigo para que todos se grabaran en Radio Rebelde, como se hizo.

“Fue una tremenda experiencia si tenemos en cuenta que yo era ‛extranjera’. Algunos trabajadores que no eran de mi equipo, miraban mal que se diera ese espacio a una mujer y además ‛extranjera’. Todo fue posible por el compañerismo y las ganas de hacerlo bien entre todos. Anécdotas hay muchas: durante los fines de semana pude ir a ciudades de Cuba a visitar a oyentes que me escribían y tengo en mi hogar obsequios increíbles que me fueron dando, cada uno con su historia.

“¿Qué cuántas cosas estrené allí? ¡Por favor! Me sentí orgullosa de poder llamar por teléfono a muchos artistas caribeños, felices de salir al aire por ‛Rebelde’ y de dar a conocer orquestas, conjuntos, compositores… que estaban negados por el bloqueo o el imperio del disco a llegar a Cuba. Reitero que cargué conmigo 6.000 discos de vinilo. Me sentí orgullosa de haber tenido el primer equipo de discos compactos y de poder colocar por primera vez CDs al aire. Ese equipo está conmigo, lo atesoro”.

(Con información de Portal de la Radio Cubana)

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