
La región enfrenta 2026 con su motor principal, el consumo privado, en clara desaceleración. Venezuela, Paraguay y Argentina lideran las proyecciones, mientras México y Bolivia muestran las cifras más bajas del continente.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) confirmó este martes que la región está atrapada en una “trampa de bajo crecimiento”. En su Balance Preliminar 2025, el organismo proyecta que el PIB regional apenas rozará el 2.4% este año y el 2.3% en 2026.
De cumplirse estas proyecciones, se completaría un ciclo de cuatro años consecutivos con un crecimiento promedio anual raquítico del 2.3%. “El PIB per cápita de hoy día en la región es ligeramente mayor que el de hace 10 años”, contextualizó con crudeza el secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, durante la presentación del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025.
La alarma principal está en el consumo privado, el gran impulsor de la actividad en los últimos años. La Cepal proyecta que su contribución comenzará a disminuir precisamente en 2025 y 2026, un golpe doble que se combina con un menor dinamismo de la demanda externa y una generación de empleo que pierde impulso.
El mapa del crecimiento: Venezuela lidera, México se frena
Las proyecciones por país revelan un mosaico de realidades muy distintas bajo el promedio regional. En el extremo alto del crecimiento, destacan casos notables:
Venezuela encabeza la lista con una expansión proyectada del 6.5% para 2025, seguida de Paraguay (5.5%) y Argentina (4.3%), esta última mostrando una recuperación tras la contracción de 2024.
Centroamérica, con Costa Rica (4%), Guatemala (3.9%) y Honduras (3.8%) a la cabeza, mantiene un dinamismo moderado pero enfrenta la vulnerabilidad de su dependencia de las remesas y la demanda de Estados Unidos.
En el otro extremo, las previsiones son más sombrías:
La economía mexicana sufre el recorte más significativo en las proyecciones. La Cepal ajustó su expectativa de crecimiento para 2025 a un magro 0.4%, desde el 0.6% estimado en octubre, citando un “debilitamiento de la demanda interna” y un menor flujo de remesas.
Bolivia (0.5%) también muestra un desempeño muy bajo, mientras que Cuba (-1.5%) y Haití (-2.3%) son las únicas economías proyectadas en territorio negativo.
Para las grandes economías de Suramérica, las previsiones se mantienen estables pero modestas: Brasil (2.5%), Colombia (2.6%) y Chile (2.5%) crecerán por debajo o apenas al nivel del promedio regional.
Los motores se apagan: consumo y empleo en desaceleración
El informe es claro: los impulsores del ciclo económico reciente están perdiendo potencia. El consumo de los hogares, que explicó más de la mitad del crecimiento del PIB regional en los últimos años, enfrenta vientos en contra.
Esta desaceleración tiene un correlato directo en el mercado laboral. La Cepal estima que el crecimiento del empleo se moderará significativamente, pasando del 2.0% en 2024 a un 1.3% previsto para 2026. Además, persisten problemas estructurales graves:
Altos niveles de informalidad laboral.
Brechas de participación y desocupación entre hombres y mujeres.
Una generación de empleo de baja calidad que no sustenta un aumento robusto del poder adquisitivo.
En el frente de precios, hay una nota de alivio controlado. La inflación regional alcanzaría una mediana del 3.0% en 2026, un repunte frente al 2.4% de finales de 2025, pero dentro de los rangos meta de la mayoría de los bancos centrales.
Riesgos a la vista: un horizonte lleno de incertidumbre
El escenario para 2026 no está escrito y la Cepal advierte sobre una serie de riesgos latentes que podrían complicar aún más el panorama:
Factores externos: La salud de la economía global, especialmente de Estados Unidos (su principal socio comercial), la política monetaria en Washington y la volatilidad en los mercados financieros internacionales que podría afectar los flujos de inversión extranjera directa.
Factores internos: La vulnerabilidad estructural ante desastres naturales (especialmente en el Caribe), el peso del servicio de la deuda pública y la lentitud en la reducción de las tasas de interés locales, que frenan la inversión.
La receta de la Cepal: romper la trampa con políticas ambiciosas
Frente al diagnóstico, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, planteó que la salida requiere “políticas de desarrollo productivo de mayor ambición”. La propuesta combina marcos macroeconómicos que movilicen recursos con una agenda agresiva de transformación productiva, enfocada en la innovación, la diversificación económica y la creación de empleos de calidad para fortalecer la resiliencia regional.

Otros artículos del autor:
- Las emisiones de CO2 generadas por combustibles fósiles batirán récord en 2025, según un estudio
- Sesionará Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP dedicada a Fidel
- EEUU ataca otro barco en el Caribe y hay sobrevivientes
- El Gran Caribe se pronuncia contra la injerencia de EE.UU.
- Cuba rechaza los intentos de manchar su limpio historial de lucha por la paz en América Latina y el Caribe y contra el tráfico de drogas
