La mayoría de las víctimas de la DANA fallecieron antes de la alerta por SMS, según testimonios judiciales

Bomberos en un garaje de Alfafar (València) inundado por la DANA. Foto: Alejandro Martínez (Europa Press)

Los testimonios de familiares de víctimas y afectados por la DANA, recogidos por la Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja (Valencia), indican que la mayoría de las muertes ocurrieron antes de que se enviara la alerta por SMS a la población a las 20:11 horas del 29 de octubre.

El sumario incluye numerosos relatos sobre personas que perdieron la vida en sus viviendas, ascensores o garajes mientras intentaban salvar sus vehículos.

Los primeros folios del expediente, que consta de casi 1 000 páginas, comenzaron a redactarse la mañana del 30 de octubre de 2024, un día después de las inundaciones, para coordinar la recogida de cadáveres por parte de los forenses y la creación de expedientes individuales por cada fallecido.

Gran parte de las denuncias presentadas por familiares o amigos de las víctimas especifican que las desapariciones ocurrieron entre las 19:00 y las 20:00 horas, es decir, antes de la emisión del mensaje de alerta Es_Alert a las 20:11 horas por parte del Cecopi.

El primer caso de fallecimiento fue reportado a la jueza por un empleado de una funeraria, quien informó sobre el hallazgo del cuerpo de un hombre de 92 años en su vivienda de la calle Senda de les Vaques, en Sedaví.

La médico que redactó la hoja de exitus, del Hospital Peset de Valencia, se negó a firmar el certificado de defunción por desconocer las causas del fallecimiento, según consta en el sumario.

El cuerpo fue identificado días después por los especialistas de Criminalística de la Guardia Civil gracias a las huellas dactilares, y el 6 de noviembre los forenses concluyeron que su muerte se produjo por asfixia mecánica por sumersión, entre el 29 y el 30 de octubre, en una hora que no se concreta.

Comparecencias de familiares

En los testimonios recogidos en el sumario se incluyen las comparecencias efectuadas por familiares de fallecidos tanto ante la Guardia Civil como en vía judicial para denunciar la muerte de sus allegados o personarse en el procedimiento. La DANA dejó 224 víctimas mortales, tres desaparecidos que ya se pueden dar formalmente por fallecidos, y pérdidas materiales millonarias.

La mayoría de testimonios ante la Guardia Civil se producen a partir del día 31 de octubre, cuando se localizan los cadáveres de sus familiares. Es el caso una mujer que comunica que su marido, de Benetússer, falleció el día 29. Narra cómo sobre las 20 horas escucharon desde su casa a gente gritando y su marido, al ser policía, bajó al garaje para ayudar a la gente que estaba allí.

Entraba agua y su marido, según narra en su denuncia, estuvo ayudando a la gente hasta que una furgoneta arrastrada por el agua echó la puerta del garaje abajo y entró toda el agua de repente. Se inundó todo el garaje y su marido no salió. No pudieron acceder al garaje hasta el día siguiente, cuando llegó la UME y la Guardia Civil. Había varios fallecidos, entre ellos su marido.

Otra mujer denuncia el fallecimiento de su padre, de 74 años, en Catarroja. Explica que el día de la inundación, su padre bajó al garaje subterráneo del edificio a ver si podía sacar el coche. Cree que eran sobre las 19 horas.

Bajaron varios vecinos y algunos pudieron sacar los vehículos pero los vecinos dijeron a la afectada que su padre se había quedado en la rampa dentro del coche. La UME estuvo trabajando en el garaje y encontraron el cuerpo de su padre en el garaje, fuera del coche.

Otra persona denuncia el fallecimiento de su padre en Massanassa. Indica a la Guardia Civil que el martes, 29 de octubre, sobre las 18.15 horas, sus padres bajaron al garaje para sacar su vehículo. Una vez dentro fueron sorprendidos por una riada de agua y ya no pudieron salir. Ambos se mantuvieron sujetos a una barandilla de la rampa para no ser arrastrados por la corriente.

En un momento dado, su padre, quien se encontraba junto a su madre, sufrió un desvanecimiento y llegó un momento en que su madre no puso sujetar más a su marido, que fue llevado por la corriente.

Su madre, según su relato, permaneció sujeta a la barandilla hasta que fue socorrida por los vecinos ocho horas más tarde. Su padre fue localizado el día 31 por la Policía Local de Massanassa.

Otra persona también comunica el falllecimiento de su madre, en Catarroja. Afirma que a las 19.10 horas aproximadamente llamó al teléfono de la mujer que cuidaba a su madre en el domicilio de esta, en Catarroja, para decirle que el barranco del Poyo se había desbordado y que se estaba inundando la rambla, para prevenirla.

Minutos más tarde, la cuidadora le pasó un vídeo al teléfono de la declarante para que viera que ya estaba entrando el agua en la vivienda. Pasados unos minutos, la cuidadora le volvió a llamar para pedir auxilio y le dijo gritando que su madre se había ahogado y que ella se iba a ahogar también si no se ponía a salvo.

Sobre las 5 horas, cuando bajó el nivel del agua en las calles y la declarante vio que ya podía salir de casa, se dirigió junto a su marido a casa de su madre y allí fue cuando vieron a su madre que había fallecido ahogada y finalmente consiguieron sacarla. Tenía 91 años.

Otro testimonio comunica el fallecimiento de su hermano, algo de lo que le informó su hermana, con quien convivía la víctima. Se produjo cuando el hermano fue a mover el coche en el garaje de su domicilio y su hermana ya no supo nada más de él.

Cortes de comunicaciones

Otra persona denunció ante la Guardia Civil el fallecimiento de su padre, con quien mantuvo una última comunicación el día 29, sobre las 19.30 horas, cuando la manifestante le llamó para avisarle de que había inundaciones.

Su padre, por teléfono, le dijo que solo había cuatro dedos de agua, pero que de repente se cortó la comunicación y no supo ya nada más de él. Fue al día siguiente cuando la manifestante y su marido encontraron el cadáver en la planta baja donde vivía, un bungaló en Catarroja.

Otra persona comunicó el fallecimiento de su padre y manifestó que el día de la DANA, a las 19 horas aproximadamente, al ver que llovía, una vecina le dijo al padre que bajaran a la planta -1 del garaje del edificio de Catarroja a retirar los vehículos antes de que se inundaran. Cuando se encontraban allí, se empezó a inundar el garaje y el padre del declarante decidió salir por la rampa pero resbaló y se lo llevó la fuerza del agua.

La jueza acepta que el PSOE ejerza la acción popular

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja ha aceptado que el PSOE ejerza la acción popular en la causa abierta por la gestión de la DANA previa consignación de una fianza de 6.000 euros en el plazo de diez días hábiles.

La magistrada ha acordado asimismo la inadmisión de la querella presentada por la Federación Local del sindicato CGT contra el president de la Generalitat, Carlos Mazón, remitida por inhibición de un juzgado de Instrucción de Valencia, debido a su condición de aforado, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

En otro auto, ha admitido la personación como acusación particular de la Asociación de Damnificados Horta Sud en las diligencias en las que se investiga la presunta comisión de delitos de homicidio y lesiones por imprudencia.

La jueza ha tomado esta decisión en un auto notificado este miércoles a las partes, después de que la citada asociación haya comunicado que entre sus miembros hay familiares de cinco víctimas mortales, así como un lesionado.

El juzgado ha aceptado la querella interpuesta por la entidad exclusivamente en relación con los posibles homicidios y lesiones imprudentes y emplaza a resolver “en un momento ulterior” la petición de los querellantes sobre la práctica de diligencias, que incluye la declaración de los querellados como investigados.

El auto, como se recogía en otro dictado el pasado 11 de febrero, establece que el objeto de esta investigación es exclusivamente los fallecimientos y las lesiones de carácter imprudente, pero no los daños por imprudencia grave.

“Ello no significa, decía el mencionado auto, que no hayan de obtener la oportuna reparación los daños materiales, la destrucción que ha asolado a las poblaciones y que ha afectado a centenares de miles de personas, sino que ni este proceso ni la jurisdicción penal son competentes para su conocimiento”, precisa la resolución.

Ese objeto del procedimiento de hecho ya se fijó al inicio, en un auto de fecha 5 de diciembre de 2024. Ya entonces no se incluyó la investigación por los daños materiales porque, a juicio de la instructora, “estos no se podían evitar”.

La magistrada recuerda, asimismo, que el artículo 267 del Código Penal regula los daños por imprudencia como un delito leve, que no viene precedido como tal de una instrucción previa, siempre y cuando la cuantía supere los 80 000 euros, y los castiga con una pena de multa de tres a nueve meses.

“Dicha calificación como delito leve no depende de la valoración por esta juez de Instrucción de los daños, sino de lo establecido en la ley“, puntualiza. “Nos encontramos ante un delito privado que requiere la denuncia del perjudicado y en el que el perdón del ofendido extingue la acción penal” y “como delito leve no viene precedido de una instrucción previa”.

La jueza agrega que dejaría fuera por atípico a aquellos perjudicados que hubieran sufrido daños por un importe que no superara los 80 000 euros.

(Con información de Público)

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