El miembro del Buró Político y ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, condenó los hechos en la red social X, y advirtió que pueden tener «impredecibles consecuencias para la región»
Una oleada de explosiones de dispositivos beepers se produjo este martes en el Líbano, en lo que parece ser una una acción de la inteligencia sionista bastante sofisticada.
Medios estadounidenses aseguran que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobó la operación en una reunión con sus ministros y jefes de los servicios de seguridad, algo muy posible dada la conocida intención de la cúpula sionista de expandir la guerra al sur del Líbano.
El martes, Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, pasaron varias horas en el centro de mando de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Tel Aviv, según declaró un funcionario israelí a los medios de prensa.
Las detonaciones se registraron en diferentes partes del país, incluidos los suburbios del sur de Beirut, el valle de Bekaa y el sur del Líbano, y dejaron al menos 11 muertos y más de 4 000 heridos, 400 de ellos en estado grave, según un balance del Ministerio de Sanidad de ese país.
Se reporta que los principales líderes de Hezbolá y sus asesores resultaron heridos en la detonación, así como que el embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, fue levemente herido.
Los integrantes de la milicia libanesa utilizan los mencionados aparatos en lugar de los teléfonos móviles para evitar ser rastreados, tras las advertencias realizadas por su líder, Hasan Nasrala, de no usar teléfonos celulares, por la falta de seguridad.
Es útil señalar que es imposible implantar un malware (virus) en los beepers para generar una explosión, se trata de dispositivos antiguos desconectados de internet que operan en redes de radiofrecuencia, lo que hace muy difícil interceptar las comunicaciones.
Hacer detonar las baterías de los beepers a distancia revela una preparación previa, que incluye la intervención directa de los equipos. Es probable que los explosivos fueran colocados en algún punto de la «cadena de suministros», antes de llegar a las manos de las víctimas.
En ese orden de cosas, la milicia libanesa ha afirmado que considera a Israel «plenamente responsable» de las detonaciones, y prometió tomar represalias.
Por otro lado, el Consejo de Ministros del Líbano ha condenado la agresión israelí, calificándola como una «grave violación de la soberanía libanesa y un crimen, según todas las normas internacionales».
Mientras, el portavoz de la onu, Stéphane Dujarric, ha calificado los acontecimientos en el Líbano de «extremadamente preocupantes».
Es claro que Israel pretende generar caos en la zona como paso previo a su anunciada agresión al Líbano, lo que significaría una escalada bélica en la región, de incalculables consecuencias.
