«¿Y qué juventud queremos? ¿Queremos, acaso, una juventud que simplemente se concrete a oír y a repetir? ¡No! Queremos una juventud que piense (…) una juventud que aprende por sí misma a ser revolucionaria, una juventud que se convenza a sí misma, una juventud que desarrolle plenamente su pensamiento».
Sí, es esa justo la juventud que queremos, y es esa la juventud que tenemos. La misma inconforme, pero consecuente, medida y de paso adelante con firmeza, con seguridad de que marcha en la dirección correcta.
Así los quiso Fidel, y les dio la guía para seguir avanzando, resistir y vencer. Hoy le rinden homenaje, en una manifestación de gratitud perenne, diaria, porque en la Isla de la Juventud fueron muchas las huellas que dejó el Comandante en Jefe, e innumerables las marcas que en cada pedacito de esta ínsula plasmaron los jóvenes de antaño, impulsados por su certero pensamiento y confianza en ellos.

Agosto de Fidel
De principio a cabo, agosto recuerda a Fidel, la extensa jornada de celebración inicia el día dos con los festejos por la proclamación del nombre de Isla de la Juventud y termina el 23 con el aniversario de creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización que representa a las féminas en Cuba, y una de sus más genuinas ideas junto a Vilma Espín.
Pero los más disfrutados son el 12 y 13 de agosto, cuando se celebran el Día Internacional de la Juventud y el cumpleaños del Comandante. El enjambre de muchachos alegres es inevitable detenerlo. En estos días las lluvias amenazaron las actividades, las que cada año se proponen para recordar tanta hermosa obra de Fidel aquí, pero incluso así, no cejaron en su empeño.

El pintacalles frente al Museo Municipal de Nueva Gerona por jóvenes que participan en el campamento de verano de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en el Municipio fue una de las principales, la cual se hizo acompañar por una expoventa de artesanías de mujeres creadoras de la FMC.

Flores, consignas, banderas, de los más diversos colores dibujaron con el mensaje de que escalón sobre escalón van construyendo #UnaMejorJuventud, una de las ideas fundamentales que acompaña el reciente proceso asambleario previo al 12mo. Congreso de esa organización, previsto a celebrarse del dos al cuatro de abril de 2024.

Al soltar las tizas, empezó el camino más largo, el de llegar hasta la cima de la Sierra de la Cañada para colocar un busto de José Martí, otro homenaje que no deja de tener una fecha específica para el tributo a quien tan imprescindibles ideas revolucionarias e independentistas nos legó.

Unos, con la experiencia revivida; otros, con la incertidumbre de cómo sería escalar el punto más alto que tiene la isla sobre el nivel del mar, y al cual se accede mediante una agotadora pero atractiva travesía.

Mochila en la espalda, gorra y camisa para cubrir el sol, y manos libres para despejar el camino, eran suficientes para salir rumbo a la cima.

Un pie a la vez, y uno tras otro sin separarse del grupo fue la instrucción inicial de Lissette González Almésigas, primera secretaria de la UJC aquí, veterana en estas andanzas en las que ahora muchachos como Marisleydis, Ilén, Anthony y otros emprendían una nueva aventura para sus vidas.

Al sendero, al cual dan la bienvenida algunas plantas de guayaba e icacos, lo escolta una multitud de pinos, erguidos hacia el cielo, árbol característico de nuestra geografía y cuyo olor agrada al visitante.
Ubicada en el centro-oeste de la región norte y a casi unos 310 metros de altura sobre el nivel del mar, a esta empinada no se llega de forma directa, sino que se debe acceder mediante una elevación anterior que da paso a esta.
Las mismas manos solidarias de los Javier 1, 2 y 3 –como entre ellos se llamaban en jarana– así como Yunier, Manuel y otros de la hermanada tropa, fueron quienes una vez en el destino, combinaron agua, cemento y arena para preparar la mezcla con que fijaría el busto del Apóstol a su base.

Desde el punto más alto de la ínsula pinera ahora observa imponente el Maestro los andares de sus jóvenes, los atrevidos, los arriesgados, los eternos agradecidos de Fidel.
Donde el Comandante impuso el reto

“Y por eso nuestra juventud más que una isla suya tiene delante la posibilidad de hacer suya la isla”, recuerda la tarja emplazada en áreas de la presa Vietnam Heroico, unas líneas del discurso pronunciado allí por Fidel –durante la inauguración de ese embalse hace 56 años– a los jóvenes que de toda Cuba llegaron para recuperar a la otrora Isla de Pinos de los avatares del ciclón Alma.
Allí conocieron, los no tan experimentados muchachos, el reto que en aquel entonces les imponía el líder de la Revolución Cubana cuando expresara, además:
“Llamémosla Isla de la Juventud cuando la juventud con su obra haya hecho algo grande, haya revolucionado aquí la naturaleza y pueda exhibir el fruto de su trabajo, haya revolucionado aquí la sociedad (…)”.
Y así fue, el fruto de su esmerada labor por hacer de aquel uno de los territorios más prósperos de la nación, lo disfrutan, pero también conservan los lozanos de hoy. Otros son sus frentes de lucha y desafío, mas, los afrontan con igual gallardía, desde su más reciente e importante proceso precongreso, en sus organizaciones de base, donde verdaderamente se construyen los cimientos de la vanguardia juvenil.

Tras el disfrute de este recorrido histórico, seguía amenazante la lluvia, y hasta el campamento debieron levantar. Cuba en mi mochila, hermoso proyecto del Movimiento Juvenil Martiano sufrió también las consecuencias del clima, no obstante, a las 12 de la noche de esa jornada esperaron ansiosos con el picacake el 97 cumpleaños de Fidel, quien les enseñó a no detenerse y aún hoy en día su ejemplo les impone retos.

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