Todo análisis conduce a echar una mirada al entorno global, y en esta ocasión será hacia el norte, allí donde está esa monumental edificación que es la sede de la Organización de Naciones Unidas.

Según los últimos datos de la Onu, hoy en día, hay alrededor de 830 millones de personas mayores de 65 años en el mundo, se prevé que esta cifra aumente a 1.700 millones para 2054. ¡Más del doble en unos treinta años! Se dice rápido, pero tendremos muchos viejitos demandando atención a sus naciones.
Alrededor del 90 por ciento de la población activa mundial no está cubierta por programas de pensiones que le puedan proporcionar un ingreso suficiente de jubilación según indica la Oficina Internacional del Trabajo (Oit). Ya gastan en promedio un diez por ciento de su producto interno bruto (PIB) en prestaciones de jubilación, que superan su gasto total en cuidados de salud.
Acudir al aumento de la contribución de los trabajadores y los empleadores a la seguridad social, en un porciento que mejore la tasa de contribución, o incluso más, planeando aumentos ulteriores de la edad real de jubilación. Se plantea por los estados, que permitiría resolver la mayoría de los problemas de déficit hasta un futuro bastante lejano.
La llave del golfo no se queda detrás en el acelerado crecimiento del envejecimiento de la población. En el año 2021 fueron jubiladas y pensionadas 1 627 856 personas, lo que representa el 66,5% del total de habitantes, de 60 años y más, y el 13,1% del total de la población. Veinte años antes esta cifra era de 1 300 000.
Pero al cierre del 2022 las cifras declaradas por el Ministerio de Finanzas y Precios, ya crecen en un 11,87 por ciento, con 1 millón 821 mil jubilados y pensionados en Cuba para esta fecha.
Para el año 2030 tendremos más de un tercio de la población con 60 años o más. ¡Un desafío!, y una preocupación para el Gobierno cubano, el cual cuenta con una larga trayectoria de planes de pensiones sociales, iniciada en la década de los sesenta del siglo pasado y reforzada en los años 2008 y 2011, a fin de proteger y respaldar un derecho de suma importancia.
Los puntos de coincidencia de Cuba no están al margen de las medidas adoptadas en diversas regiones del planeta, en aras de garantizar la adecuada atención a los que ya arriban a su edad de jubilación, a partir de la disposición de los fondos necesarios destinados a una población que se dibuja, con una pirámide muy similar a la de países desarrollados.
Las opiniones de jubiladas y jubilados que expresan sus puntos de vista en relación con esta interrogante, apuntan a destacar que los años de jubilación y profesión a la que se dedicaban al jubilarse, vislumbran los problemas que ya afrontan los jubilados al arribar a esta etapa de sus vidas.
Muchos optan también por una “búsqueda” en el sector informal: en la prestación de servicios, la agricultura urbana o la economía subterránea. ejemplos que muchos encuentran para generar ingresos que le permitan sobrevivir.
Una problemática lejos de ser una alternativa, se hace acompañar de la disminución en la esperanza de vida, del incremento del éxodo de migrantes, y donde las posibilidades económicas se reducen, que, junto al alto costo de la vida diaria, los sitúa en una situación bien compleja de solucionar, a corto plazo.
Sumado, además, a la disminución de la importancia que la familia ofrece, al no proporcionar protección, y mayor atención en la vejez, de aquellos que una vez constituían el sustento del hogar y la sociedad en su conjunto, donde la jubilación ya no es una opción.
(*) Colaborador
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