Fotos: del autor y de Evelio Lavadie
La alegría en Cocodrilo señorea en sus moradores con satisfacciones tan diversas como cotidianas.

con sus electores
No se limita solo a la tranquilidad que les da el servicio eléctrico las 24 horas, ni al rehabilitado consultorio médico con la ambulancia siempre lista, o la permanente comunicación telefónica digital desde casi todas las viviendas –incluyendo la cobertura de la telefonía móvil–, además de recibir varios canales de la televisión cubana.

Tampoco se ciñe a la buena calidad del pan que producen en la panadería y demás establecimientos restaurados, pues va más allá.
Son muchas las razones del júbilo que se respira en el sureño poblado a unos 90 kilómetros de Nueva Gerona, crecido entre el bosque y el rocoso litoral, donde siguen edificando junto al quehacer de los laboriosos pobladores y de otros asentamientos de la Isla de la Juventud, pues desde zonas aledañas se desviven por llevar sus esfuerzos y herramientas los constructores de las mipymes Gran Pino –que lidera la renovación habitacional– y Piedra Teherán, así como de la Eléctrica en apoyo a obras sociales.
En la primera parte de este reportaje los testimonios de damnificados de los últimos huracanes y de trabajadores que debieron albergarse para avanzar en la tarea muestran que la felicidad de su gente no cabe en las paredes de las nuevas casas, como expresara una de las favorecidas.

pérdida de vidas
Hoy los constructores aquí, además de recuperar buena parte de las viviendas dañadas, continúan el paso de quienes les precedieron y lograron terminar obras en los años más recientes, como las remodeladas panadería-dulcería, bodega, restaurante y cafetería, el círculo infantil, así como las instalaciones de las plantas eléctrica y desalinizadora con equipos donados por Japón para bombear y tratar el agua para hacerla potable a partir de la salobre.
El asentamiento forma parte del Área Protegida de Recursos Manejados, extendida por todo el sur, y del sitio Ramsar –humedal de importancia internacional– desde la Ciénaga de Lanier, a cuyos proyectos se integran de manera activa los pobladores para preservar esos ecosistemas y planificar su uso sostenible.
Evelio Lavadie Mompeller, delegado del Poder Popular en la circunscripción 70 desde 2010 y trabajador de la Planta Eléctrica, refiere con satisfacción otros resultados como “las diversas soluciones logradas en el trabajo unido de electores y algunas entidades con más de diez casas terminadas a damnificados y los aportes productivos de los nueve integrantes de la cooperativa agrícola Conrado Benítez que garantizan en tierras cercanas boniato todo el año, cultivan hasta papa y se proponen producir el huevo a consumir por la población local…”.
Habla de la atención especial que recibe como comunidad en situación de vulnerabilidad, pero que se transforma con la participación de sus pobladores y adelanta el inicio de la segunda etapa de un proyecto que prevé en septiembre instalar paneles fotovoltaicos para generar electricidad con fuentes renovables.

recreación sana

recreación sana
Manifiesta optimismo por la iniciativa promovida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba (PNUD) en esta experiencia piloto de solución tecnológica, con potencial para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y explica que este se propone mejorar las condiciones de sus habitantes e impulsar la vida económica y productiva de la zona, como parte de la estrategia de desarrollo aprovechando el entorno para el turismo.
“Esta experiencia piloto –amplía– incluye sistemas de baterías capaces de almacenar la energía generada durante el día para cubrir la demanda nocturna de unos 225 habitantes”.
Entre las satisfacciones Evelio refiere, además, la nueva pescadería y los aportes de los pescadores de la cooperativa Caleta Grande para el consumo social, la población y Pescaisla, así como la transportación pública mantenida aun con las limitaciones de combustibles y piezas para el ómnibus de esa ruta.
Mas, a pesar de lo logrado subraya el delegado su “insatisfacción en asuntos que no han tenido la respuesta esperada; como que meses después de su puesta en funcionamiento sigue sin distribuirse el agua procesada en la desalinizadora debido a salideros y otras dificultades en su almacenamiento, lo cual debe resolver Acueducto, así como los problemas por solucionar en el vial de acceso y la calle principal, de los cuales son responsables las direcciones municipales de Vialidad y Servicios Comunales”.
De igual forma expresa “inconformidad con la lenta recuperación de las viviendas, pues faltan por levantar 20 inmuebles y 12 por reparar las cubiertas, que pueden tener alternativas territoriales”.
La brisa costera alienta la armonía de estos hombres y mujeres que no detienen su andar ni se amilanan ante las noticias de huracanes y penetraciones del mar, frente a los cuales se preparan y evacúan con tal agilidad que preservan la vida y atenúan los daños.
Lo hacen sin dejar de proyectar la conversión en lo que algunos llaman Pueblo Turístico, a partir de su ordenamiento y conservación de sus indudables valores ambientales, sociales y culturales.
Hasta las construcciones tradicionales, generalmente casas de madera resistentes al salitre, no solo dan un toque distintivo al paisaje, sino que armonizan con la humildad de su gente amable, la tranquilidad del lugar y la belleza natural de este marinero edén que deslumbra cada día a visitantes y lugareños.
A pesar de las carencias materiales agudizadas aquí también por la lejanía, Cocodrilo no detiene las transformaciones ni la vigilancia permanente de su destacamento Mirando al Mar en la batalla que libra el país contra las drogas y otras ilegalidades asociadas a su rica flora y fauna, como tampoco deja espacio al pesimismo que inhibe la felicidad que conquistan día a día.