La Cascada de Miguelito

Foto: Melissa Mavis Villar De Bardet

A las siete en punto de la mañana se le ve salir con su camisa de mangas largas, botas y montado lo mismo en su tractor, volanta o bicicleta, rumbo al trabajo.

Se graduó de Mecánico Industrial y laboró en la rehabilitación de la Mina de Oro Delita, donde permaneció durante 20 años. Sin embargo, su origen campesino terminó atrapándolo de por vida y a sus 70 años confiesa sentirse lleno de energía para seguir aportando.

Miguel Reyes Leiva, uno de los agricultores más reconocidos en el consejo popular La Demajagua, pertenece a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) desde hace más de dos décadas y tiene entre sus prioridades atender su finca La Cascada, cumplir con los planes de la cooperativa de créditos y servicios Jesús Menéndez Larrondo –de la cual forma parte– y las demandas de la población.

“Trabajo de siete de la mañana a siete de la noche; a veces las 24 horas del día. Mi ardua labor me ha permitido crecer en este ámbito, pues comencé con una hectárea y hoy cuento con siete áreas cultivables donde siembro tomate, aguacate, yuca, boniato, malanga, frijol, fruta del pan, mango, anón, guayaba, níspero, caimito, tamarindo, cereza, pera, mamey, mamoncillo, cacao, ciruela, grosella entre otros”, expresó emocionado.

Por su gran variedad y cumplimiento, La Cascada fue merecedora de la condición Referencia Nacional y se esmera por seguir logrando sus metas y cumplir con las 63 medidas del Gobierno cubano encaminadas a potenciar la producción de alimentos y satisfacer las demandas agrícolas no cubiertas.

“Muchos la conocen como La finca de Miguelito, mas su nombre se debe a la charca aledaña, donde se bañan los pobladores del lugar y de la cual extraigo el agua para regar mis plantaciones, esas que mucho aportaron durante la covid 19 a centros educacionales e instalaciones gastronómicas de la localidad”, comentó Reyes Leiva.

Miguelito comercializa sus productos en las placitas, puntos de venta u otras áreas del poblado, sin embargo la mayoría de los pineros lo conocen por la calidad de sus cosechas. “Yo distribuyo de acuerdo a la orientación dada por la Cooperativa, pero la venta puede ser aquí en La Demajagua, en Atanagildo Cajigal o en Nueva Gerona y demás lugares donde haga falta mi contribución”.

Según el humilde productor, extraña ver su finca rodeada de animales, continuar con su plan de entrega de leche y carne, así como otros contratos, con los cuales cumplía hace dos años. “Llegué a tener vacas, añojos y carneros; decidí entregarlos debido al problema con el alambre, la grapa (pieza de metal pequeña cuyos extremos doblados se clavan para unir o sujetar) y otros recursos para su seguridad. A falta de esto cuento con una minindustria en la cual se elabora pulpa de mango, guayaba, puré de tomate…”.

A pesar de las dificultades con los fertilizantes, Miguelito y La Cascada parecen tener secretos para su buen rendimiento. “Para la preparación del suelo cuento con dos sistemas de riego, un tractor, una picadora y para el abono, ante la escasez con los fertilizantes, uso medios alternativos como materias orgánicas; los desechos de cosechas y residuos o estiércol de animales; con eso voy resolviendo”.

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