La batalla por el control ideológico de las universidades norteamericanas desata recortes millonarios y veto a estudiantes chinos

Universidad de Harvard. Foto: Zuma Press.

Las universidades han jugado un papel fundamental en el desarrollo de los individuos y de la sociedades contemporáneas a través de la formación de profesionistas, la generación de conocimiento y su participación en la resolución de problemas sociales.

La concepción occidental de Universidad considera como elemento necesario, el otorgamiento de títulos académicos como un igualador social que compensa la ausencia de títulos nobiliarios otorgados exclusivamente a un élite aristocrática que los hereda sin mayor esfuerzo, ni aportación a la social.

Al margen del otorgamiento de títulos, la historia de espacios académicos donde se enseñaba gramática, retórica, derecho, filosofía, matemáticas, astronomía, medicina o teología se remonta al año 259 con la fundación de la Universidad de Nankín en China (actualmente Nangjin University) o la Universidad de Constantinopla, cuyos orígenes corresponde al año 425 (Marina Loukaki: “Université. Domaine byzantin”, en: Dictionnaire encyclopédique du Moyen Âge, vol. 2, Éditions du Cerf, París, 1997).

En esa ruta se encuentra la Universidad islámica de Ez-Zitouna en Túnez fundada en 737 o la Universidad de Qarawiyyin de Marruecos del año 859, muchos años después, al llegar al año 1500 había más de 80 universidades en Europa, cuya tradición de enseñanza superior fue trasladada nuevo continente.

En 1538 se fundó la Universidad Autónoma de Santo Domingo en República Dominicana, para 1551 nacerían las Universidades en Perú y México, en 1580 Colombia, en 1613 Argentina, en 1624 Bolivia, en 1636 Estados Unidos, en 1676 Guatemala, en 1721 Venezuela, en 1728 Cuba y en 1842 Chile, la historia es prolífera, pero su evolución muy diferente.

Al menos 15 universidades estadounidenses se han convertido en objetivos de ataques por parte del actual gobierno federal norteamericano, bajo el pretexto de ser bastiones de antisemitismo y centros de adoctrinamiento ideológico, frente a lo cual, les han congelado el financiamiento de miles de millones de dólares y suspendido las entrevistas para otorgar visas a estudiantes extranjeros, interesados en estudiar en esas universidades.

Con este contexto, no deja de llamar la atención la actual pugna entre EEUU y China (país de la primer universidad) que han tomado como área de combate a las universidades norteamericanas para disputar su control ideológico, político, financiero, académico y administrativo.

De acuerdo con el New York Times a Harvard la han amenazado con la cancelación de fondos y contratos que en suma superarían más de 9 mil millones de dólares, situación que los ha llevado a una disputa legal que por el momento se encuentra en pausa su desenlace; a la Universidad de Brown ubicada en Rodhe Island, dejarían de financiarla con 510 millones de dólares; la Universidad de Columbia en Nueva York, esperaría recuperar 400 millones de dólares, después de acceder a las demandas de Gobierno federal.

Además a la Universidad de Cornell, le reducirían mil millones de dólares, a la de Pensilvania 175 millones, Princenton 210 millones y se encuentran en revisión por parte de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación las Universidades de George Washington, Johns Hopkins, la de Nueva York, Northwestern, la de California, Berkeley, Los Ángeles, la de Minnesota y la del Sur de California.

Marco Rubio, Secretario de Estado explicó a través de un comunicado que la restricción de visas a estudiantes extranjeros, obedece a que su entrada a Estados Unidos, pudiera tener consecuencias potencialmente adversas y graves para su política exterior y puntualizó que ciertos familiares también podrían estar sujetos a estas restricciones. Unas horas después de ese 28 de mayo de 2025 emitió un segundo comunicado para revocar enérgicamente las visas de los estudiantes chinos, en particular los que tienen vínculos con el partido comunista o que estudian en áreas cruciales, el gobierno chino ha protestado al considerar que es una decisión políticamente motivada y discriminatoria.

A través de esta medida, la Secretaría de Seguridad dirigida por Kristi Noem podrá aumentar la revisión y escrutinio de redes sociales, verificando los antecedentes de los solicitantes de visado, en busca de actividad antisemita en sus perfiles o publicaciones de acoso a personas judías.

Horas después de ese 28 de mayo de 2025 emitió un segundo comunicado para revocar enérgicamente las visas de los estudiantes chinos, en particular los que tienen vínculos con el partido comunista o que estudian en áreas cruciales.

La disputa por el control de las universidades norteamericanas carece de una base estudiantil que hasta el momento no se ha movilizado masivamente para defenderla ya que los costos para acceder a la educación superior son tal altos que sólo una pequeño porcentaje de la población norteamericana puede acceder a ellos, excluyendo a millones de jóvenes en edad de cursarlas.

Por esa razón, desde la inteligencia colectiva, se han iniciado gestiones para trasladar e algunos campus de universidades norteamericanas a México, al resultar ser un país con mejores condiciones para los estudiantes, académicos e inversionistas, que buscan alejarse de la persecución política e ideológica que se ha desatado en los Estados Unidos.

El pretexto para la intervención a las universidades son las manifestaciones masivas en contra del genocidio de Israel en contra de Palestina, sin embargo, el choque de proyectos políticos es más profundo y atraviesa por la eliminación de la discriminación racial en las universidades, los elevados costos de las matricula, las opiniones contrarias de los académicos y la implementación de las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión que la derecha conservadora de la actual clase gobernante, ha combatido históricamente, es un duelo de titanes que definirá el futuro del conocimiento humano en el ocaso de un imperio que ha comenzado a morir.

(Tomado de Diario Red)

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