Educar, en el diccionario de la Real Academia Española tiene, entre otros significados, desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales de una persona por medio de preceptos. Aunque es un arte que toma años perfeccionar, a pesar de que siempre se aprende algo nuevo, no son pocos los estudiantes que hoy ven en sí esa vocación, a pesar de no ejercer el magisterio o estar en carreras afines.

El movimiento de alumnos ayudantes surge entonces ante la necesidad de apoyar la docencia en las propias universidades. Tras varias décadas de creado, conserva hoy vigencia al perfeccionarse en los nuevos tiempos.
En el caso de la Salud Pública, durante las presentaciones los futuros maestros muestran sus habilidades pedagógicas en temáticas como Cirugía y clínico-quirúrgicas, Ciencias Básicas, Enfermería, Tecnología de la Salud, Materno Infantil, Ciencias Sociales y Estomatología.
Irisbel Torres López, de tercer año de Imagenología y Radiofísica médica en la Facultad de Medicina de la Isla es una de las jóvenes a las que les apasiona ayudar a otros a ampliar sus conocimientos. Hace poco participó con loables resultados en el Festival Nacional de la Clase correspondiente al curso 2024.
“Gracias a mi tutor me preparé sobre la metodología, el diseño de la clase, así como su programa. Me presenté en una clase de Anatomía Radiográfica, en específico del sistema urogenital y obstétrico”.
El avance vertiginoso de las medicina requiere que los estudiantes de las carreras de Salud estén al día con los conocimientos técnicos y la práctica clínica, por ello tanto profesores como el alumnado resaltan la necesidad de métodos innovadores, o soportes de apoyo que hagan más didáctica la enseñanza.
“Obtuve premio por una maqueta que me sirvió para apoyar la clase porque creo que visualizar la materia ayuda a adquirir una formación científica general”, expresó Irisbel.
Lograr profesionales de la ciencia más humanistas, capaces de combinar sus conocimientos especializados con una cultura general que integre la ética, las artes y la revaloración de la relación médico-paciente es también el objetivo de estos eventos que se llevan a cabo en el municipio y el país.

Más allá de haber alcanzado lauros, Irisbel comenta que la mayor satisfacción fue participar en un evento nacional, el cual permite compartir experiencias con otros estudiantes. “Hoy puedo decir que la pedagogía forma parte de mi vida, y eso lo pude notar en el festival”, expresó la futura galeno.
“Sentí nervios, uno escucha de la Universidad de La Habana y tiene a veces la errónea noción de que sus estudiantes están más preparados, pero la verdad es que estamos al mismo nivel en materia de docencia”, añade.
Su amor por el magisterio, por la medicina y sobre todo el beneplácito de inculcar a otros lo “poquito” que sabe
–como ella dice–, fungieron como motor impulsor para participar en el Festival de la Clase. El deseo de aprender, aportar ideas y aplicarlas para su vida profesional forma parte de ella como ser humano y futura médica pinera.
Pie de foto
Irisbel (segunda de izquierda a derecha) formó parte de la comitiva pinera participante en el Festival Nacional de la Clase 2024
(*) Colaboradora
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