En un punto medio entre los poblados de La Fe y La Reforma, justo a siete kilómetros de ambas localidades en la carretera que las comunica, está enclavado el Centro Multiplicador Caprino; un colectivo laboral dirigido por Arnel Soto Carballo, cuyo propósito radica en incrementar el número de animales para impulsar el fomento de esta especie en todos los rincones de la Isla.

El centro, según destacó Soto Carballo, pertenece a la Empresa Ganadera y fue creado en septiembre del año 2021. En aquel entonces inició con 50 reproductoras y un semental, hoy poseen 58 reproductoras, tres sementales y 32 crías.
Ya en años anteriores han realizado ventas de crías –después de destetadas– a productores, cooperativas y organismos, dirigidas al desarrollo de los autoconsumos y módulos pecuarios. No obstante, en este año pretenden incrementar la masa hasta las 80 reproductoras, al tiempo que se mantendrán con los tres sementales.

Tratándose de un paraje un poco distante del rebullicio y de las huellas de la “civilización”, en ese entorno siempre reina la tranquilidad, sin embargo, desde bien temprano en la mañana comienza el ajetreo con la masa animal.
Por ejemplo, justo a las 6:00 a.m. arranca el ordeño hasta las 7:30. Hoy poseen 27 chivas en ordeño y en este instante están obteniendo diez litros de leche diarios.
“Después del ordeño –explicó Arnel– juntamos las crías con las madres durante dos horas, luego se sacan para el potrero donde permanecen juntas hasta el mediodía y posteriormente separamos las crías de las madres y estas últimas vuelven al pastoreo hasta el horario de la tarde. Aquí mayormente los animales son al pastoreo, ahora tenemos un 0,2 sembrado con caña y las tierras están preparadas, esperando por las lluvias de mayo para plantar por lo menos una hectárea y media de king grass y caña.
“No tenemos problemas con el agua porque disponemos de un sistema solar y pozo, además contamos con un tractor y una carreta que utilizamos para trasladar la hierba que cortamos en el período de sequía y así garantizar la alimentación de los animales”.
Manifestó que en su mayoría la raza que poseen es criolla, aunque cuentan con un semental que es una descendencia de la raza boer, un ejemplar de carne. En tal sentido trabajan en los cruzamientos con la intención de lograr que el animal alcance mayor volumen, que sea grande pero también tenga descendencia de lechero.
Uno de los elementos que los ha afectado está relacionado con la disponibilidad de antiparasitarios para combatir este tipo de enfermedades. Las cabras se desparasitan cada cuatro meses, teniendo en cuenta que el antiparasitario es preventivito y de esta manera es más efectivo que cuando el animal ya posee el parásito.
“Hemos tenido dificultades en ese aspecto lo cual provocó, incluso, que el año pasado hayamos experimentado mortalidad. Para combatir los parásitos si no se dispone del medicamento adecuando es muy difícil encontrar una alternativa, lo hemos intentado con vitaminas que conseguimos, pero si no hay Labiomec o Albendazol no se desparasitan”.
Es de amplio conocimiento las extraordinarias propiedades de la leche de chiva, aquí la producción de este importante alimento está destinada a la elaboración de queso que se comercializa en las ferias agropecuarias. En esta oportunidad dicha faena recae en Valia Pupo Espinosa, trabajadora del Centro Multiplicador Ovino y quien en este instante colabora con sus compañeros del Multiplicador Caprino.

Valia acumula una experiencia de casi cuatro años vinculada a la ganadería, pero gran parte de su conocimiento lo adquirió en casa de sus abuelos –la mejor escuela–, pues le honra ser descendiente de campesinos.

“Para la elaboración del queso –detalló Pupo Espinosa– en primer lugar, se cuela la leche, luego le tomamos la temperatura que debe estar a más de 30 y menos de 40, se le aplica una pastilla disuelta en agua que es la encargada del proceso de cortado de la leche, la dejamos reposar de 25 a 30 minutos.
“Ella corta, ejecutamos el primer proceso que es el corte en cuadrado, se sigue dejando en reposo, mientras que la leche esté en proceso de calentamiento está trabajando el producto, ya después que termine y tras otro momento de reposo, comienza el proceso de colar y hacer el queso. Con diez litros de leche se logra obtener un kilogramo de queso”.
Además de la producción de este lacticinio, la leche de chiva tendrá otra utilidad, “ahora vamos a atender a dos niños que residen en la comunidad Los Mangos que son intolerantes a la lactosa, se les va a entregar dos litros semanales de leche a cada uno.
“De igual manera está la intención de atender al hogar de ancianos de La Fe, en la medida en que vaya creciendo la masa y se incremente la producción de leche”, reveló Arnel.
El pequeño colectivo del Centro Multiplicador Caprino lo integran en la actualidad cuatro personas (tres hombres y una mujer). Como colectivo laboral su remuneración depende de lo que sean capaces de producir. Este concepto lo tiene claro Osmany Ramírez Puarie, responsable del ordeño y pastoreo de los cabríos. “Resido aquí por lo tanto mi horario de trabajo es de 24 horas –apuntó Ramírez Puarie. El ordeño de esta especie es más fácil que el de la vaca y aunque tenemos una máquina de ordeño, la utilizo poco porque prefiero hacerlo a mano, pues me resulta más cómodo.
“El pastoreo comienza después del ordeño hasta las 12 del mediodía, luego trancamos los animales y de nuevo los sacamos de 2:00 a 6:00 p.m., siempre los vigilamos para evitar que se muevan a la carretera que aquí está bien cerca.
“Con el tiempo he aprendido a desempeñarme en esta actividad, me han dicho que lo hago bien y eso me inspira a seguir aquí.
Llevo acá desde el 15 de enero y aunque con anterioridad me dedicaba a otras labores, le he prestado atención a esto porque siempre me ha gustado trabajar con animales. He aprendido aquí y cuando viví en Ciro Redondo”.
A pesar del cambio que experimentó Osmany en relación con su anterior ocupación, el natural de Camagüey –tierra ganadera– pretende permanecer allí empujando cada mañana con la mirada en continuar mejorando en todos los sentidos.
Cuentan los más avezados en la ganadería que el ganado menor en la Isla de la Juventud nunca fue una fortaleza como sí lo fueron el porcino y el avícola. No existía gran cultura al respecto, sin embargo, en la actualidad se dirigen los esfuerzos a crecer en esta actividad, teniendo en cuenta que se trata de una especie que reproduce a gran velocidad, aporta un nivel de carne, leche, otros surtidos y sobre todo resultado.