Honduras: Inicio del escrutinio especial, tensiones electorales y cambio en la cúpula militar

El CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para anunciar oficialmente al vencedor. Foto: Archivo/Cubadebate.

Luego de dieciocho días marcados por irregularidades y denuncias de fraude, el Consejo Nacional Electoral (CNE) inició este jueves el recuento del denominado “escrutinio especial”, un proceso que podría resultar determinante para el desenlace del actual proceso electoral.

El escrutinio especial contempla la revisión de aproximadamente 2.773 actas electorales, lo que representa el 14,5 % del total. Según datos del propio CNE, estas actas presentan diversas inconsistencias y deben ser revisadas. Se estima que contienen más de 580.000 votos que podrían resultar decisivos, considerando que la diferencia entre Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional —candidato respaldado por Donald Trump—, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, es de apenas 40.000 votos.

El inicio del escrutinio, paralizado desde hacía casi una semana, se reanudó luego de que el Partido Nacional alcanzara un acuerdo con la cúpula del Partido Liberal. El desacuerdo que había mantenido en suspenso el proceso se centraba en el alcance del recuento especial.

Desde un primer momento, el partido LIBRE exigió un recuento completo y transparente del 100 % de los votos, lo que implicaría la revisión de las 19.167 actas electorales, al sostener que existen más irregularidades de las reconocidas oficialmente por el CNE. En contraposición, las consejeras Cossette López-Osorio, del Partido Liberal, y Ana Paola Hall, del Partido Nacional, defendieron la postura de limitar la revisión únicamente a las actas con inconsistencias identificadas.

La situación se tornó aún más compleja debido a las divisiones internas dentro del Partido Liberal. Mientras López-Osorio, junto a un sector relevante de la dirigencia liberal, se negó a aceptar un recuento total de los votos, el candidato presidencial Salvador Nasralla y otros sectores del partido continuaron exigiendo la revisión completa del proceso electoral.

Tras conocerse que el CNE finalmente iniciaría el escrutinio especial, Nasralla ofreció una conferencia de prensa en la que afirmó que, además de las 2.773 urnas en revisión, el Partido Liberal presentó reclamos por inconsistencias en otras 8.845 urnas, que contienen 1.841.048 votos, equivalentes al 47 % del total emitido en las elecciones del 30 de noviembre. Según denunció, en estas urnas hubo manipulación de actas, por lo que exigió un recuento “voto por voto”, demanda que también es compartida por el partido LIBRE.

El CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para anunciar oficialmente al vencedor. No obstante, para que la declaratoria sea válida, se requiere el consenso de los tres consejeros que integran el organismo: Ana Paola Hall, Cossette López-Osorio y Marlon Ochoa, del partido LIBRE. En caso de no alcanzarse dicho acuerdo, corresponderá al Congreso Nacional realizar el anuncio del ganador.

En las últimas horas, ante la posibilidad de que el Consejo Nacional Electoral no emita una declaratoria formal, la Comisión Permanente del Congreso Nacional adelantó que podría convocar a un escrutinio general de las elecciones. En medio de las tensiones: un nuevo mandato militar El ya de por sí tenso inicio del “escrutinio especial” coincidió con el traspaso de mando de la cúpula militar del país, celebrado este jueves 18 en el Campo Parada Marte, donde se llevó a cabo la ceremonia de relevo de autoridades y el retiro de altos oficiales de las Fuerzas Armadas.

Roosevelt Hernández, quien había sido nombrado jefe del Estado Mayor Conjunto por la presidenta Xiomara Castro en diciembre de 2023, traspasó el mando a Héctor Benjamín Valerio Ardón en presencia de la mandataria y de las máximas autoridades del Estado.

Héctor Benjamín Valerio, especializado en inteligencia y operaciones especiales, formó parte de la Guardia de Honor durante el gobierno de Juan Orlando Hernández —quien cumplía una condena de 45 años por delitos relacionados con el narcotráfico y que recientemente fue absuelto por decisión de Trump— y es descrito como un hombre de “confianza” del expresidente.

De manera sorpresiva, al acto acudieron las hijas de Juan Orlando Hernández, quienes, desde el encarcelamiento de su padre, habían mantenido un perfil bajo y evitado participar en actos públicos.

Desde el golpe de Estado de 2009 contra el entonces presidente Manuel “Mel” Zelaya, esposo de la actual mandataria Xiomara Castro, los militares han tenido una relevancia extraordinaria en la política hondureña. Desde entonces, y durante más de una década, las Fuerzas Armadas se han consolidado como un actor estratégico en los procesos políticos y electorales del país.

Durante la ceremonia, la presidenta Xiomara Castro señaló que, aun en “estas difíciles circunstancias”, se ha mantenido respetuosa de la ley y de la Constitución y que, para “mantener la paz en el país, considerando que los partidos tradicionales decidieron abandonar la tesis de voto por voto”, anunciará que respetará “al ganador que proclame el Consejo Nacional Electoral”. “Un voto de confianza”

Consultada por Brasil de Fato, Stephany Isabel Bueso Velásquez, jefa del despacho de la Subsecretaría de Política Exterior de Honduras, explicó que el traspaso del mando militar estaba estipulado antes de que se realizaran las elecciones y que la decisión de Xiomara Castro fue no interferir para que se respetara la sucesión, siguiendo la correspondiente jerarquía militar.

“La presidenta, en cumplimiento de la Constitución de la República, da el paso de mando a las Fuerzas Armadas, como está establecido en esta ley, dando un voto de confianza para que las Fuerzas Armadas, las encargadas de velar por la transparencia de un proceso electoral y encargadas también de velar por los cambios de mando a nivel ejecutivo, hagan todo esto. O sea, es un voto de confianza que la presidenta está haciendo”, afirma.

Bueso Velásquez explica que el general en retiro, Roosevelt Hernández, ahora pasará a ser el secretario de Defensa de Honduras. “Héctor Benjamín Valerio Ardón era quien tocaba. No se eligió, era quien debía asumir según el orden que hay en la jerarquía militar. En tal caso, la presidenta decidió no modificar esa sucesión natural”, señala.

Entre varios motivos, Bueso Velásquez explica que era “necesario” garantizar que se respetara el traspaso, ya que según la ley electoral de Honduras, durante el período electoral “las Fuerzas Armadas y la Policía pasan a estar en funcionamiento y bajo el mando de la presidenta del Consejo Nacional Electoral”.

“La premura en hacer el cambio de mandos, para que las Fuerzas Armadas vuelvan al paso de mando al Ejecutivo y que no esté siendo controlada ninguna fuerza militar o policial por parte del Consejo Nacional Electoral”, señala.

Bueso Velásquez explica que, cuando el exmandatario Juan Orlando Hernández asumió la presidencia, “hizo lo contrario a lo que está haciendo Xiomara en este momento”, interviniendo para que personas de su confianza llegaran a puestos clave estratégicos de la estructura castrense. De esa manera, Velásquez señala que “logró construir un aparato represor”, un aparato que no se encuentra desmantelado y que, según Bueso Velásquez, es “clave” en la actual crisis en Honduras. “Cuando Trump dice que apoya al candidato del Partido Nacional, lo que se activa es toda una red criminal que realiza, en distintos lugares, extorsiones y amenazas para que la gente vote por Asfura”, agrega.

La preocupación por lo que pueda ocurrir en las próximas horas parece ser constante. Desde el inicio del proceso electoral, el gobierno de Xiomara Castro y el partido Libre han denunciado que se estaba llevando a cabo un fraude, exigiendo que se realice un conteo general de los votos. Sin embargo, la constante negativa de la mayoría del CNE parece avanzar en un sentido contrario.

En este escenario, Bueso Velásquez señala que “la única manera de que en Honduras no se cuente el voto por voto es que Salvador Nasralla se dé por vencido, porque ya Libre aceptó que perdió. Pero si Salvador Nasralla, a quien Libre le está dando su respaldo institucional en las instituciones y en las calles, no encuentra el coraje debido para enfrentar a estas personas, lo más probable es que el fraude se concrete y que nombren a Nasry ‘Tito’ Asfura.”

(Texto originalmente publicado en Brasil de Fato)

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