El líder rebelde tiene una forma de decir las cosas que parece que pinta con palabras delante de las personas, y ellas ven representadas las imágenes frente a sus ojos como en un cuadro.
Así sucede cuando Fidel Castro Ruz, desde el portal del Ayuntamiento –hoy Museo Municipal–, habla con su visión futurista a los pineros congregados en el parque José Lacret Morlot, nombre dado en honor al general mambí.

Su arribo ocurre el día anterior, el seis, y significa la llegada de la Caravana de la Libertad a la segunda ínsula del archipiélago cubano, a pocos meses del triunfo de la Revolución. La recorre, intercambia con trabajadores en el hotel Colony, dialoga con los lugareños durante su trayecto y aprecia las potencialidades locales.
Lleno de júbilo al ver a los barbudos, el auditorio escucha atento al Máximo Líder en su histórico discurso: “Por fin, Isla de Pinos puede iniciar una historia nueva y una historia enteramente cubana…”. El joven abogado presenta el primer Plan Mínimo para la Rehabilitación Económico Social de Isla de Pinos, ese siete de junio de 1959.
Plantea las perspectivas existentes en el turismo, la ganadería, el cultivo y la industria. Orienta la eliminación de la Zona Franca y Turística Especial, hecha efectiva al otro día, el ocho de junio, por Ley, que pone coto al sucio estatus creado por Fulgencio Batista para encubrir el sombrío negocio con la mafia estadounidense. También indica las rebajas del costo del pasaje por barco y avión, aplicadas con urgencia, y la construcción de la carretera de La Fe hasta el Sur incomunicado.
Entre otras propuestas figuran el vertiginoso fomento de planes ganaderos y granjas del pueblo en los latifundios intervenidos, la instalación del acueducto y alcantarillado de Nueva Gerona y La Fe, el impulso de la agricultura con la entrada de tractores, la concepción integral de los primeros poblados como La Victoria, el crecimiento de la generación eléctrica, así como la edificación de viviendas, industrias, presas, escuelas, la creación de empleos y el traslado del Presidio Modelo, convertido luego en politécnico agropecuario.
Los pobladores respaldan al Máximo Líder en su intervención, pues encuentran una respuesta real y precisa a sus añejas necesidades y legítimas aspiraciones. Comienza una nueva etapa para la olvidada Isla de Pinos.
Fidel vuelve varias veces para chequear las obras y la estrategia diseñada, lo cual tiene pleno respaldo con el quehacer de jóvenes pineros y de toda Cuba.
A 65 años del extraordinario suceso, con la implementación de la Estrategia Económico Social y resistencia creativa cobra impulso la economía, la producción de alimentos, el rescate de barrios vulnerables, la ciencia, innovación y la comunicación social con el concurso de todos y en beneficio del pueblo imbuido en el movimiento popular #SentirPineroPorUn26EnEl24.
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