
Qué importa la espera si la propuesta es excelente. Una vez más el grupo de teatro Pinos Nuevos hizo batir de forma repetida las palmas al público espectador que a sala llena y al ponerse de pie reverenció la calidad de la pieza El hombre de la gallina restrenada en la noche de este 22 de julio, como una de las acciones concebidas por el Consejo Municipal de las Artes Escénicas para la etapa estival.
Luego de Ofelia, obsequio a quienes gustan del teatro en el pasado mes de abril, llega ahora El hombre… como homenaje a su estreno en el teatro Victoria hace tres décadas.

En la obra, que durante el paso de los años ha aparecido en varios momentos de su repertorio y que al decir de Miguel Olaechea Gómez, director de Pinos Nuevos marca el giro en la estética del elenco, convergen en perfecta armonía el gracejo, la comedia de equivocaciones, el doble sentido y la sátira con frescos aires de contemporaneidad.
“Afortunadamente estamos en una temporada con la obra, luego descansa por un tiempo prolongado y siempre es igual el resultado, el mismo éxito de público porque maneja códigos muy a lo cubano y si le incluyes algunos toques de la realidad que se vive en el momento, es la fórmula perfecta para que los espectadores la disfruten. Lo hemos logrado y por eso de vez en vez la retomamos”, declaró Olaechea y confesó:
“Siempre hemos pretendido que lo que estrenemos supere lo que ya hemos hecho. Y cuando volvemos a El hombre de la gallina, hay un toque diferente y mucho más moderno”.
En la puesta destacan la calidad actoral, concepción de la escenografía y acertada selección musical. Adolfo Caicedo Reyes, actor del grupo Teatro de la Isla Joven (Tijo) en esta ocasión interpreta a El Gallego y El Desconocido.
“Llevo años trabajando con Pinos Nuevos. Empecé colaborando con el personaje de El Gallego y desde hace tiempo aquí estoy aunque sigo siendo de Tijo. Gracias a Olaechea tengo casi todos los protagónicos. Hemos trabajado duro y la verdad es que me ha hecho sacar el extra en El Desconocido, porque El Gallego lo dominaba, solo fue recordar, pero ese otro personaje lleva más rigor con la voz, los movimientos… fuimos buscando para acercarlo a la actualidad. Ahí están los resultados; el público es el que tiene la última palabra y los aplausos, esos aplausos son los que me llenan”.
Si por algo distingue Pinos Nuevos dentro del panorama teatral pinero es por el uso de las nuevas tecnologías y los aires de contemporaneidad. Al respecto comentó Olaechea.
“La modernidad ha hecho que elementos expresivos como la televisión y el sonido que antes eran muy caros para usarlos en el teatro ya tienen un mayor acceso para poderlos reutilizar y ese es un código que hace falta también incluir, porque los jóvenes de hoy son los de las redes sociales y ya tienes que trabajar con eso, aunque se puede y es válido lo tradicional, porque el teatro sin ningún otro elemento que un solo actor en el medio del escenario es teatro igual y eso nunca se va a perder, pero también hay que evolucionar con los tiempos actuales y eso es lo que ha hecho Pinos Nuevos, evolucionar y captar a los nuevos espectadores, sin eso estamos perdidos”.
El hombre de la gallina nacida de las anotaciones de los libretistas del Teatro Alambra, Chacón y Nuza y que vuelve a poner a consideración de los pineros Pinos Nuevos, estará en cartelera lo que resta del mes de julio y todo el mes de agosto, los viernes y sábados a las nueve de la noche. Según el también director de televisión, el grupo tiene pendiente, además, recuperar Contrólate Manolo, contrólate, escrita y dirigida por él y “esperamos para septiembre estemos restrenando Lala, con qué martirio tiene que vivir una, un unipersonal que hará Emily Figueroa”.


