
Nueva Gerona, si mis ojos te abandonaran, si la vida me desterrara a un rincón de la tierra, yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas de andar tus calles, tus barrios y tus lugares…
Así canta el trovador Gerardo Alfonso en sus Sábanas blancas y se me antoja que nos conduzca por esta joven ciudad que anda de coqueta en el mar Caribe y nos envuelva con sus aguas cálidas y arrecifes coralinos hasta seducirnos con sus encantos aunque en ocasiones luzca desaliñada.
Pero mi ciudad, esa que atesora historias de corsarios y piratas como el conocido Pepe Mallorquín, la de las columnas y capiteles en su centro colonial distinguido por la iglesia católica Nuestra señora de los Dolores, del sureño poblado de Cocodrilo, antes llamado Jacksonville y testigo del pasado inglés, del faro vigilante de América Latina, Carapachibey, de la recordista mundial Ubre Blanca, de la cerámica, el mármol, los cítricos, de las escuelas internacionalistas…anda de cumpleaños.

Mi Nueva Gerona, a la que quiero aunque no me acunó en su vientre, este 17 de diciembre llega a sus 190 años, se arropa con sus mejores galas y con esa juventud eterna anda más risueña y presumida porque sabe que en ella habitan gente noble, con fuerzas para seguir en ese jugueteo entre lo colonial y la modernidad, dispuestas como yo a morirse de AMOR y de GANAS….. Muchas felicidades




