A sus 82 años Rafael Marín Ramírez sigue aferrado a lo que cree: al Partido Comunista de Cuba.
Por estos días, en los que mucho se habla del proceso asambleario de la máxima organización política en la nación, tiene a bien rememorar su ingreso a ella, realizar una valoración acerca de en lo que a su entender se debe trabajar más y sus expectativas con la realización de la Asamblea Municipal de Balance.
Combatiente del Ejército Rebelde y jubilado del Ministerio del Interior (Minint), en la actualidad continúa militando en la organización de vanguardia e integra uno de sus núcleos zonales del reparto Juan Delio Chacón Aldana.
“Cuando se funda aquí el Comité del Partido estaba al frente del centro de reeducación de los reclusos de segunda fase en el poblado La Victoria. Comienzan entonces las asambleas de selección de candidatos y recuerdo que por poco no ingreso, pues un compañero dijo que tenía mal carácter. Me paré y dije, podrá ser así, pero hasta ahora nunca he tenido problemas con nadie y cuando me he equivocado he tenido el valor de disculparme. Se era muy fuerte a la hora de examinar a los nuevos integrantes y sí, valoraron mis condiciones e ingresé.
“No recuerdo bien si me entregaron el carné en junio del ’66 o del ’67, para esa fecha ya se había constituido de forma independiente la delegación del Minint en la Isla.
“A través de la preparación que tuve como reeducador fui comprendiendo el verdadero significado de la Revolución porque, con honestidad, puedo decirle que cuando me uní al Ejército Rebelde no fue a conciencia, ni porque era revolucionario, sino porque la situación imperante en el país era insostenible y como joven quería algo mejor. Por eso, cuando años después me eligieron para ser militante, dije que sí, pues el Partido representa a la Revolución”.
Con diferentes cargos a nivel de núcleo a lo largo de su vida laboral y otros profesionales, Marín Ramírez mira ahora hacia atrás y siente orgullo por pertenecer a un Partido que ha liderado el proceso revolucionario, mas dice que no puede dejar de alertar:
“El momento histórico en que se desarrolla el actual proceso partidista es otro, como dijera Fidel en su concepto de Revolución tenemos que tener sentido de los tiempos en que vivimos, por lo cual es importantísimo; sin embargo, me parece que hay que hacer más en el trabajo político ideológico en el Municipio; el enemigo tiene implementado el suyo y cada día lo desarrolla.
“Hoy no se escucha a casi nadie hablar acerca de cómo contribuir a que haya una mayor producción, sino de cómo buscar los pesos sin doblar el lomo o sudar. Existe una mentalidad mercantilista y eso es prueba de cómo está el trabajo político ideológico en la sociedad. Antes la gente iba con gran entusiasmo a las movilizaciones del 100 por uno a aportar y en la actualidad no pocos van a marcar tarjeta en sus centros laborales y no a aportar, pues se ha perdido ese espíritu y sentido de pertenencia. Entonces este proceso traerá eso, nuevas maneras de cambiar lo que está pasando.
“Con orgullo guardo el certificado firmado por el Comandante en Jefe que me acredita como militante fundador y mi carné tiene el sellito con esa palabra, fundador. Tengo también reconocimientos a lo largo de los años y por eso, por la grandeza del Partido, no puedo fallar.
“Indiscutiblemente el Partido es una fuente de educación y formación, fortalece al revolucionario y hace a las personas mejores seres humanos. Después de tanto tiempo sigo formando parte de sus filas porque para mí es un honor y continúo creyendo en él, además de que es parte de la historia de mi vida. Sigo siendo militante y lo seré hasta la muerte”.
