La Isla de la Juventud dada su condición insular destaca por una gran variedad de la flora y diversidad de la fauna terrestre y marina, una rica biodiversidad que perfectamente se conserva en un espacio de más de 90 kilómetros cuadrados en su geografía más al este y sur.
Su vegetación costera, parte de la flora terrestre, sorprende al visitante con el predominio de verdolagas de playa, los hicacos, el guano de costa, pinos, enredaderas y en especial el mangle que conforma toda un área biótica intermareal –situada entre los límites del agua y tierra–, espacio vital que protege a las costas de la erosión y de las corrientes del agua.
Justo cuando se vive en un espacio de tierra bordeado de mar, se tiene el privilegio de apreciar la vistocidad de dichos ejemplares, captados, para esta ocasión, por el lente del Victoria.
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