
Dos hileras de cocoteros –ubicadas una a cada lado del camino– junto a ese aroma típico y puro de la campiña que rejuvenece nuestra existencia, dan la bienvenida a la finca El Banano perteneciente al productor Idelfonso Silva Pérez (Fonsi), asociado a la Empresa Agroforestal del territorio.
Enclavada un poco más allá del asentamiento rural El Tronco, con una extensión de tres caballerías de tierra, a la cual adicionará una más, aprobada en días recientes, para completar cuatro, la finca se caracteriza por ser mayormente de frutales.
Podemos encontrar alrededor de 30 variedades de frutas, sobresaliendo siete hectáreas (ha) de coco y 11 ha de tamarindo ya en producción; también hay mango, pera, otras en menor escala y se pretende sembrar guayaba.
Allí cada palmo de tierra es aprovechado, en las calles de los frutales se intercalan cultivos como yuca, habichuela, plátano, se planea plantar frijol y boniato. De igual manera ya están los semilleros de ají pimiento y tomate, de este último serán dos hectáreas para elaborar puré en la minindustria que está en proceso de construcción.
En la tierra aprobada –se espera el certifico– el propósito es cultivar fruta del pan, guayaba, coco y mientras transcurra el tiempo para que estas comiencen a dar frutos, en las calles cultivarán calabaza, boniato o frijol, según la temporada.

“Ahora mismo tengo coco, que es el que más se está produciendo, para llevar a la empresa agroindustrial Jesús Montané Oropesa que es donde se procesa –explicó Silva Pérez–; el tamarindo pretendo procesarlo aquí, este se acaba más o menos en marzo, después de la cosecha de café. Luego viene el mango y así sucesivamente. Busco la manera de lograr una escalera de frutas todo el año para que la minindustria trabaje los 12 meses.
“Recientemente me visitaron el primer secretario del Partido, el delegado de la Agricultura, entre otros directivos y acordamos que antes de que finalice el 2023 la cubierta de la minindustria debe estar instalada. Queremos empezar el 2024 haciendo algo ahí y ellos me plantearon que sí se puede hacer.
“La tecnología saldrá por un proyecto de desarrollo local, ya están en ese proceso, por eso confío en que produciremos bastante teniendo en cuenta que será un equipamiento moderno. Despulpadora de mango, de guayaba, una extractora de aceite de coco porque hay bastante coco para ello y entregarlo al combinado lácteo para la elaboración de helado y de igual forma ofertarle a la población”.
El proyecto de Fonsi es ambicioso, abastecer en el futuro a cualquier punto de venta de la Isla con sus producciones. “Vamos a hacer puré de tomate, pulpa de mango, de tamarindo, cocada, turrones de coco, encurtidos de pepinillos que también tengo en la finca…, pienso producir entre 50 y 60 surtidos, me voy a fajar duro para que eso se logre”.

Dentro de los tantos cultivos que pueblan El Banano sobresale uno que destaca sobremanera y antaño identificó a la Isla, a muchos de nosotros nos traslada en el pensamiento a otros tiempos, a aquellos años mozos cuando estudiábamos en las escuelas al campo y era habitual convivir con ellos. Idelfonso posee dos hectáreas de toronja, que ya tuvo su primera parición y aunque no recogió grandes cantidades, al menos cosechó alrededor de cuatro a cinco toneladas.
“Aspiro a duplicar la producción en el próximo año. Por supuesto, tengo que continuar cuidando bien las plantas para evitar que se deterioren. Todo está en cómo tú quieras hacer las cosas. Cuando fui a buscar esa toronja la iban a desechar y me propuse salvarla. “La regué, la fumigué, la estimulé, abrí un hueco grande, coloqué la planta y ese orificio lo llené con un preparado que hice con materia orgánica, le apliqué cuatro o cinco componentes y eso le dio la vitalidad que hoy tienen.
“Sin embargo, aún no están con todo el verdor que llevan porque les falta un poco de nitrógeno; pero todas parieron, van hacia adelante, les voy a seguir aplicando más materia orgánica para obtener mejores resultados en la venidera temporada”.
El destacado agricultor es consciente de la compleja situación que atraviesa el país con la adquisición de insumos y productos químicos. Ante ese panorama no duda en aprovechar lo que está a su alcance en aras de favorecer los rendimientos.
“Aquí empleamos la materia orgánica; mezclo la de vaca, carnero, cerdo y caballo, con eso hago un preparado y le echo aserrín, ceniza de la biomasa y agromena, paleo todo y elaboro una especie de compós que le aplico a los sembrados.
“Estoy manejando la idea de hacer lombricultura, voy a levantar un rancho para crear mi propio abono, con el agüita que sale de la lombricultura más la materia orgánica se forma algo parecido a una fórmula completa que considero propiciará mayores rendimientos”.

Además de los cultivos Fonsi se dedica a la cría de animales para el autoconsumo familiar, sin descartar la venta a la población. “Pretendo encadenar la minindustria con los desechos que genere de la cosecha, semillas, cáscaras para elaborar un pienso que sirva de alimento a los animales. Tengo un pie de cría de cerdos, pavos, gallinas que quiero desarrollar y si logramos crecer también podremos ofertar en las ferias”.
Precisamente la placita de La Demajagua –que es para donde más producciones envía por estar más cerca de la finca–, los mercados agropecuarios de Nueva Gerona y la Empresa Agroindustrial, han recibido elaboraciones del destacado campesino.
El café es otro de los cultivos que se aprecian al llegar al Banano, sin embargo este año las producciones quedaron por debajo debido a que “es una plantación que lleva poda, fertilizantes y comida para llenar el grano. En esta ocasión podé bastantes plantas, por lo que ahora y en el venidero año tendré poca producción, pero en el otro más arriba espero superar las 20 toneladas, el doble de lo que daban antes porque me explicaron que debía podarlo para que una planta aporte un saco de café.
“También tengo dos o tres hectáreas de cacao que ya están floreciendo, incluso algunas maticas tienen la vaina, pero primero debo sembrar la sombra porque es un cultivo que lleva sombra al igual que el café”.

Idelfonso cuenta siempre con el concurso de varios trabajadores, con ellos y el apoyo de su familia –esposa, hijo y otros familiares– no tiene dudas de que van a imponerse y salir adelante.