Las jornadas en esta semana no solo son de recordación de importantes fechas históricas símbolos de unidad y victoria, sino también de reafirmación del sentimiento de identidad en barrios, colectivos e instituciones.
En ocasión de celebrarse este 16 de abril el aniversario 64 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución Cubana, el Día del Miliciano y la fundación del Partido Comunista de Cuba, un grupo de hombres y mujeres que laboran y ocupan responsabilidades en la sede municipal de la organización política en la Isla de la Juventud fueron agasajados por los años consagrados en la vanguardia política y a su pueblo.
En comunidades y barrios también se realizarán homenajes durante la semana a combatientes y entregan estímulos a fundadores del Partido y por el Día del Miliciano, el 16, y de la victoria el 19 de abril, ocasión en que la dirección de la Asociación de Combatientes llevará el homenaje sincero hasta las casas de los combatientes de esa epopeya inolvidable.
A muchos de esos hombres y mujeres estrechan sus manos el primer secretario del Partido y diputado al Parlamento cubano, Rafael Ernesto Licea Mojena y otros dirigentes.
En los encuentros junto a los reconocimientos y líderes de las organizaciones políticas y de masa, recuerdan que aquel histórico 16 de abril de 1961 Fidel al despedir el duelo de quienes perdieron la vida el día anterior, víctimas de los bombardeos yanquis a varios aeropuertos, proclamó que esta era la Revolución patriótica, democrática y socialista, de los humildes, por los humildes y para los humildes.
De manera que el 16 de abril resume para los cubanos tres efemérides gloriosas como la declaración del carácter socialista de la Revolución, el Día del Miliciano y la fundación de nuestro Partido, tres acontecimientos alimentados de una sola raíz: la unidad y la disposición popular de defender la Revolución al precio que fuera necesario y que hoy tenemos la obligación de explicar a los jóvenes, sumarlos y seguir la preparación para la Guerra de Todo el Pueblo ante un enemigo que no cesa sus criminales planes.
Aquel día el pueblo juró defender el Socialismo y materializó horas después esa disposición en el combate, cuando los milicianos, junto al Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, combatieron con heroísmo a los invasores, a quienes aniquilaron en menos de 72 horas.
Cada pulgada de tierra en la nación se convirtió en aquellos días de abril de 1961 en inexpugnable trinchera, como también el territorio pinero que no solo se preparó militarmente para evitar que el enemigo lanzara su invasión por este lugar factible de convertirlo en espacio para establecer un gobierno provisional mercenario, sino que cumplió importantes misiones, entre ellas rechazar los ataques de aviones mercenarios que bombardearon el buque Baire, fondeado frente a la playa Bibijagua y participar en la captura de los mercenarios que huían de Playa Girón tras la derrota de la invasión.
Fue este miércoles día para expresar con orgullo, como se hizo, felicidades a los trabajadores, cuadros y militantes del Partido, no solo por haber sido seleccionados para sus filas, sino y sobre todo por irradiar el ejemplo capaz de multiplicar la acción de la vanguardia como garantía de la Revolución.
En el complejo escenario actual en que el mismo enemigo espera que el pueblo se rinda, es imposible hablar de victoria sin el papel aglutinador e inclaudicable de la vanguardia del pueblo, que tienen en esa organización más que a una tropa selecta salida de sus mejores cubanos, al Partido de la unidad –por la cual se le teme más–, alerta siempre a impedir desviaciones y a generalizar las mejores experiencias que acercan el porvenir soñado.
