Estados Unidos y su estrategia de deshumanizar al pueblo venezolano

Telesur

La idea de deshumanizar fue utilizada por el nazismo y en Palestina por Netanyahu para justificar el exterminio de una población determinada.

En una urgente conferencia de prensa, el Presidente de Estados Unidos Donald Trump, asume haber dado la orden para bombardear una lancha con tripulantes con un supuesto cargamento de drogas; horas después el Presidente Colombiano, Gustavo Petro, consideró una asesinato lo realizado por Trump.

En un video que comparte por la red social X, el Presidente Petro muestra como se lleva a cabo un operativo militar de interdicción contra una embarcación que navega ilegalmente, anteponiendo siempre por encima el respeto por la vida humana, sin desistir del objetivo represivo.

De ser cierto el ataque contra una “narcolancha” o ser otra mentira y un operativo más de guerra psicológica, (aunque no son acciones excluyentes) la señal simbólica es escalofriante: Estados Unidos está llevando adelante una política de deshumanización teniendo como objetivo a los venezolanos.

Once personas fueron supuestamente masacradas, producto de la utilización de fuerzas militares superiores en armamento y recursos humanos, desconociendo la ley de la proporcionalidad y gradualidad del uso de la violenciaUna tripulación incapaz de resistencia ante las fuerzas desplegadas.

Según el analista Wiliam Serafino, el supuesto ataque a la “narcolancha” es una “pulseada” interna entre Trump y Marco Rubio; el primero, dudando de seguir adelante con una agresión que le puede salir cara, como ya les costó meterse en Vietnam o en países de Asia y el mundo árabe.

Para Serafino, Rubio es representante de los sectores fascistas cubanos y venezolanos instalados en Miami, y actúa con la imperiosa necesidad de “mostrar logros militares” que permitan una mayor escalada, ante la capacidad de resistencia y movilización demostrada por el pueblo venezolano.

Como advirtió el Presidente Nicolás Maduro a su homólogo Donald Trump: “Mr. President Donald Trump, usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre con sangre suramericana, caribeña; con sangre venezolana

Deshumanizar Venezuela

Serafino apunta que el modelo a aplicar es el mismo que se realiza contra el pueblo palestino: quitarle su condición humana como sujetos con derecho a la vida, en un creciente escenario de deshumanización, de “acostumbramiento”, a ver los asesinatos como una consecuencia natural del conflicto.

En Venezuela, esa estrategia implica hacer figurar al ciudadano venezolano ante las audiencias como sinónimo de delincuente, y en ese sentido, las deportaciones desde Estados Unidos a la Cárcel de Bukele en El Salvador, fueron la piedra inicial.

Las imágenes de los ciudadanos venezolanos ingresados a la megacárcel de máxima seguridad del CECOT mostraban a los oficiales penitenciarios rapandolos y uniformandolos, quitándole todos sus vestigios de humanidad para convertirlos, al igual que los judios en los campos de concentración, en condenados sin historia ni identidad.

La narrativa apalancada por la mediática internacional avanza en asociar la nacionalidad venezolana a grupos delicuenciales como el Tren de Aragua. Del mismo modo, se señala al Presidente Nicolás Maduro y los altos mandos de las FANB como integrantes del Cártel de los Soles, para que sus posibles muertes parezcan menos muertes, o muertes justas.

Deshumanizar al enemigo, convalidar su asesinato, es una estrategia utilizada desde la época de la primera guerra mundial, de los manuales del nazi fascismo y actualizada en forma permanente, utilizada con saña contra el pueblo palestino y todo pueblo que demuestre actos de resistencia.

Los 5 pasos de la deshumanización

Es justamente la ciencia de la psicología que se utiliza para éstas guerras psicológicas, utilizando métodos que tienen base en los estudios de reacciones emocionales, de las percepciones y las conductas ante determinadas situaciones, y así explican varios estudios sintetizados por el psicólogo Mario Arrimada en los 5 pasos de la deshumanización. Estos son:

a) Conseguir que un grupo de personas rebasen unos límites éticos logrando infundir el miedo en ellos, el miedo por su propia vida y la de sus seres queridos. Esto se apoya en ideas preconcebidas de racismo, homofobia, inseguridad pública, etc. En el caso de Venezuela, esta situación fue forzada a partir de la generación de una crisis económica a partir de las sanciones y el bloqueo.

b) La exclusión blanda, que consiste en conseguir que el grupo de sujetos, se conviertan en chivos expiatorios, excluidos de algunos sectores de la sociedad (por ejemplo, los nazis comenzaron excluyendo a los judíos de las profesiones ejercidas en cargos públicos, en los hospitales y la universidad).

c) Utilizar la cobertura de los medios de comunicación y la investigación documentada con el fin de proporcionar pruebas y así justificar el motivo de la exclusión del grupo de personas que se pretende excluir, como podría ser el argumento sobre que es por el “bien de la sociedad”.

En países como Chile o Perú, amplios sectores de la sociedad asocian directamente a la migración venezolana al ascenso de la criminalidad. Pese a que las amplias mayorías de los migrantes buscan buscar honestamente su sustento fuera de su país de origen, los crímenes realizados por venezolanos son amplificados por la prensa hegemónica a partir de la reiteración y la generación de narrativas criminalizantes.

d) Hacer ver al resto de la población que “se ha podido demostrar que ese grupo es el causante de los problemas”, por lo que deben ser excluidos de la sociedad civil y dejar de ser personas con derechos, de manera que no tengan voz ni voto en la sociedad, siendo unos parias sociales. En este sentido abona la expulsión masiva de migrantes con especial énfasis en los migrantes venezolanos, acusándolos falsamente y sin el debido proceso de pertenecer al extinto grupo criminal del Tren de Aragua.

e) Exterminio del grupo oprimido, de manera que sus integrantes son expulsados forzosamente de la sociedad (en campos de concentración, guetos, prisiones, etc.) para ser tratados como “no humanos” e incluso llegando a ser exterminados. Actualmente, se avanza en esta última etapa: argumentando que Venezuela es el origen del narcotráfico (pese a que la ONU, la Unión Europea y la propia DEA informan lo contrario), señalan a la población venezolana como un objetivo para exterminar para terminar con el mal de una vez.

El terror como escarmiento social

El concepto de “violencia simbólica” del antropólogo francés Pierre Bourdieu describe cómo la imposición de un orden social se presenta como natural y legítima, y no como lo que realmente es: una imposición arbitraria que reproduce la dominación y la desigualdad social. 

Esta violencia se ejerce a través del habitus (sistemas de disposiciones inconscientes) y la acumulación de capital cultural (conocimientos, habilidades y educación), que permiten a los grupos dominantes mantener su posición al hacer que sus estructuras mentales y prácticas sean las más valoradas y aceptadas como “normales” por toda la sociedad.

El objetivo es escarmentar a la sociedad para que no se sume, convalide o recree actos de resistencia, de rebeldías o de legitimo derecho a la defensa de su soberanía e independencia, sea asesinar niños en Gaza para evitar futuras Intifadas, o desaparecer como en Argentina 30 mil detenidos.

El genocidio masivo naturalizado desde las pantallas de los celulares en la actualidad, o la desaparición forzada que genera angustia y zozobra pero no se aprecia el cuerpo exterminado, tienen efectos que trascienden varias generaciones sobre todo cuando existe impunidad para matar o desaparecer.

La imagen sea cierta o no, de estar dispuesto a masacrar once personas a bordo de una lancha no militar, es inequívoca en cuanto a su objetivo: quebrar la voluntad de resistencia del pueblo bolivariano, demostrando que se puede actuar con un total desprecio a la vida y a la condición humana.

La imagen de la supuesta lancha bombardeada, estuvo antecedida por años de bloqueo económico, de sanciones que afectan la economía, de intentos de atentados terroristas y ahora, un cerco marítimo militar sobre costas de Venezuela.

La pobrezael hambre, la agresión emocional y/o física, instalar la sensación de que no hay salida posible, dar cuenta de la superioridad bélica y en recursos, forma parte de los objetivos que busca obtener la guerra psicológica, quebrando la voluntad y el ánimo de la resistencia.

La humanidad deshumanizada en Gaza. Foto : Quds News Network.

El efecto boomerang

Sin embargo, no siempre la fuerza hostigadora puede evitar que su política se le vuelva en contra; así le ocurrió al ejército norteamericano cuando los cuerpos de sus soldados empezaban a regresar a Estados Unidos en bolsas negras desde Viet Nam, y la sociedad reclamó el fin de la guerra.

La Guerra del Pueblo de Vo Nguyen Giap es una estrategia de guerra de guerrillas, de Guerra Prolongada, que se caracteriza por la movilización de toda la población contra un enemigo más poderosocombinando la lucha militar y política con el objetivo de una victoria a largo plazo.

Fue utilizada por Fidel Castro contra la invasión norteamericana de Bahía de los Cochinos; En menos de 65 horas fue completamente aplastada por las milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR). Un centenar de soldados invasores murieron, y el ejército cubano capturó a 1200.

Venezuela se puede convertir en el nuevo Viet Nam para el ejército de Estados Unidos, y eso es lo que esta valorando Trump, quién no esta en condiciones de perder el apoyo logrado en la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia.

Unidad popular, civil y militar, Foto Prensa Presidencial.

Desde éste punto de vista, siendo un acto criminal el haber lanzado un misil contra una lancha, es reflejo de la debilidad de la estrategia norteamericana, pues lleva un acto bélico contra un objetivo militarmente sin entidad y que no mueve la aguja del escenario en la correlación de fuerzas.

Es de esperar que mas acciones siga desarrollando el Departamento de Estado en ésta Guerra en Zona Gris, que no logra debilitar la capacidad de resistencia y unidad de mando del gobierno revolucionario de la Republica Bolivariana.

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