Estados Unidos: Demócratas acusan a Trump de querer una guerra y un cambio de régimen en Venezuela

Justicia, uno de los brazos de la Administración para vengarse contra oponentes de Trump

Donald Trump durante una reunión en la Casa Blanca el 7 de octubre de 2025, en Washington. Foto: EFE.

El Partido Demócrata acusó este martes al presidente Donald Trump y al secretario de Estado, Marco Rubio, de buscar una guerra y un cambio de régimen en Venezuela, luego de su decisión de interrumpir los contactos diplomáticos con el país sudamericano.

“Trump y Rubio están presionando por un cambio de régimen en Venezuela. El pueblo estadounidense no quiere otra guerra y el Congreso no puede permitir que ningún presidente inicie una ilegal o unilateralmente. Así no funciona la Constitución”, dijeron en su cuenta en X los demócratas del Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes.

Junto a ese mensaje, publicaron la noticia en exclusiva del diario The New York Times según la cual Trump habría ordenado cancelar los contactos diplomáticos con el Gobierno de Nicolás Maduro, encabezados hasta ahora por su enviado especial, Richard Grenell, ante la falta de relaciones diplomáticas formales, lo que abriría la puerta a una escalada militar con Caracas.

Este lunes, The New York Times informó que Trump ha suspendido los esfuerzos para alcanzar un acuerdo diplomático con Venezuela, según funcionarios estadounidenses, lo que allana el camino para una posible escalada militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

De acuerdo con el NYT, Richard Grenell, enviado presidencial especial y director ejecutivo del Centro Kennedy, había estado dirigiendo las negociaciones con Venezuela. Pero el jueves, durante una reunión con mandos militares de alto rango, Trump llamó a Grenell y le dio instrucciones de cesar todo contacto diplomático, incluidas sus conversaciones con Maduro, dijeron el lunes los funcionarios.

Estados Unidos inició a finales de agosto un amplio despliegue militar en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico, una operación fuertemente criticada por el Gobierno de Maduro y otros de la región, que la consideran una amenaza para la estabilidad en la región y el posible preludio de un ataque a Venezuela.

Durante las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses han destruido varias supuestas narcolanchas en el Caribe, sin aportar pruebas de vinculación con el narcotráfico, causando la muerte de más de 20 personas.

Trump justificó la operación al declarar que el país está en un “conflicto armado” contra los carteles y ha insistido en la matriz, sin pruebas, como en el caso de las embarcaciones destruidas, de que Maduro lidera una organización llamada Cartel de los Soles, llegando a ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.

Justicia, uno de los brazos de la Administración para vengarse contra oponentes de Trump

La secretaria de Justicia de Estados Unidos, Pam Bondi, eludió repetidamente este martes varias preguntas para defenderse de las crecientes críticas de que está convirtiendo a su agencia en un arma para buscar venganza contra los oponentes políticos del presidente Donald Trump, durante una combativa audiencia en el Congreso.

Los demócratas buscaron utilizar la audiencia, que se produce tras la acusación contra el exdirector del FBI James Comey, para advertir sobre lo que consideran la politización de un departamento que durante mucho tiempo se ha enorgullecido de mantenerse independiente de la Casa Blanca.

Bondi desestimó con aparente desdén las preguntas sobre su tumultuoso mandato, negándose rotundamente a responder una y otra vez mientras los demócratas la presionaban sobre investigaciones con carga política, los despidos de fiscales de carrera y otros asuntos.

Su negativa a responder las preguntas significa que se ofreció poca o ninguna nueva perspectiva sobre sus acciones y decisiones, ya que la secretaria de Justicia optó por responder a los ataques de los demócratas repitiendo las afirmaciones conservadoras de que el Departamento de Justicia del presidente Joe Biden que presentó dos casos penales contra Trump, fue el que se había convertido en arma.

Los demócratas acusaron a Bondi de destruir la credibilidad del departamento y erosionar su independencia de la Casa Blanca, ya que el presidente republicano llama públicamente a la acusación de sus enemigos políticos.

“Lo que ha ocurrido desde el 20 de enero de 2025 haría que incluso el presidente Nixon se estremeciera”, dijo el senador Dick Durbin, de Illinois, el principal demócrata del comité, refiriéndose al mandatario que renunció para evitar ser destituido en relación con el escándalo de Watergate.

“Este es su legado, secretaria de Justicia Bondi. En ocho cortos meses, usted transformó fundamentalmente el Departamento de Justicia y dejó una enorme mancha en la historia de Estados Unidos. Tomará décadas recuperarse”.

La comparecencia de Bondi es la primera que hace ante el panel desde su audiencia de confirmación en enero pasado, cuando prometió no hacer juegos políticos con el Departamento de Justicia, una promesa en la que los demócratas insistieron mientras presionaban a la secretaria sobre si puede resistir la presión política de la Casa Blanca.

La senadora demócrata de Minnesota, Amy Klobuchar, le recordó a Bondi ese compromiso y le preguntó si creía que lo había cumplido. Bondi respondió que creía que, sin lugar a dudas, lo había hecho.

“Prometí que también pondría fin a la utilización del Departamento de Justicia como un arma, y que Estados Unidos volvería a tener un sistema de justicia de un solo nivel para todos”, dijo Bondi. “Y eso es lo que estamos haciendo”.

La secretaria de Justicia se negó repetidamente a hablar de varios asuntos, entre ellos una investigación de soborno contra el zar fronterizo de Trump, Tom Homan, que fue cerrada en el régimen del mandatario republicano.

El senador demócrata de Rhode Island Sheldon Whitehouse acusó a Bondi de responder con “puntos de conversación de internet de extrema derecha”.

Bondi tampoco quiso decir si habló con el presidente sobre el caso contra Comey, quien fue acusado el mes pasado de mentir al Comité Judicial del Senado cuando dijo que no había autorizado a ningún miembro más del FBI a ser una fuente anónima en informes noticiosos sobre una investigación en particular.

Su acusación se produjo pocos días después de que Trump pareciera implorar públicamente a Bondi en las redes sociales que emprendiera esa acción contra él y otras personas, a las que percibe como enemigos políticos.

“Se supone que esta es una audiencia de supervisión en la que los miembros del Congreso pueden obtener respuestas serias a preguntas serias sobre el encubrimiento de la corrupción, sobre la acusación de los enemigos del presidente”, dijo el senador demócrata de California Adam Schiff, mientras Bondi lo interrumpía repetidamente.

Se prevé que el miércoles Comey haga su primera comparecencia ante el tribunal con respecto al caso, que se presentó a pesar de las reservas de los fiscales de carrera sobre la solidez de las pruebas, después de que el Gobierno de Trump se apresurara a instalar un nuevo fiscal para asegurar los cargos tras la renuncia bajo presión del experimentado líder de esa oficina.

Bajo el mandato de Bondi, el Departamento de Justicia ha abierto investigaciones penales contra otros críticos abiertos del presidente, incluido Schiff, por acusaciones de fraude hipotecario; la fiscal general de Nueva York Letitia James y Andrew Cuomo, el exgobernador de Nueva York y actual candidato a alcalde.

Todos ellos han negado haber cometido irregularidades, al igual que Comey, y han criticado las investigaciones, afirmando que tienen motivaciones políticas.

(Con información de EFE, AFP y NYT)

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