Mercedes se muestra ansiosa por estos días, espera que el día 20 del presente mes entre a su tarjeta bancaria el dinero correspondiente a septiembre que recibe como pensionada, al ser una de los que en este territorio serán beneficiados con el incremento parcial.

La medida, anunciada a mediados de julio ante los diputados a la Asamblea Nacional por Manuel Marrero Cruz, primer ministro de la República, entra en vigor de acuerdo con la Resolución 14/2025 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTTS), publicada en la edición ordinaria número 71 de la Gaceta Oficial.
Esta es acogida con beneplácito por gran parte de los 12 374 pensionados beneficiarios de los 13 407 acogidos al Régimen General de la Seguridad Social en el municipio, pues a no pocos se les ha escuchado decir:
“Ya era hora”, “qué bien viene lo del aumento”, “no es mucho, pero algo es algo”, “tenían que haberlo hecho desde hace rato” …, entre otros criterios que reafirman satisfacción y a la vez cierta inquietud por la demora en darle respuesta a una preocupación latente en este sector poblacional.
No olvidemos que en los tiempos que corren es uno de los más vulnerables, se había quedado desprotegido al percibir pensiones mínimas ascendentes a los 1 528 pesos ante una inflación que estrangula los bolsillos de no pocos cubanos, más los de ellos, máxime si recordamos que un pomo de aceite, por ejemplo, llegó a tener el precio en el mercado negro similar al de una pensión mínima.
Cuando conversé con Meylin Portales Pérez, jefa del departamento de Seguridad Social, me explicó que quienes cobren hasta 2 472 pesos ahora se les adiciona 1 528; mientras los que perciben 2 473 y hasta 3 999 su pensión ascenderá a 4 000.
Esclareció que el monto de las llamadas pensiones unificadas, las cuales se dan al fallecer el cónyuge, depende del que recibía ese trabajador o pensionado, y de la cantidad de personas que tenía bajo su amparo al morir.
Como bien puntualizara el primer ministro se trata ahora de un incremento parcial, ya que la compleja situación del país no permite que el Estado asuma una reforma integral, esa que viabilice la vida, tan encarecida en estos momentos.
Vele decir que la implementación de la medida demanda un aumento de 22 000 millones de pesos anuales en el gasto del Presupuesto de la Seguridad Social, monto significativo si tenemos en cuenta las condiciones tan adversas en que se desenvuelve hoy la economía cubana.
Y habrá que robustecerla a como dé lugar, a pesar de las zancadillas y persecuciones imperiales, para que lleguen a tiempo la atención y el beneficio a quienes desesperadamente lo requieran, a aquellos que aportaron y todavía sostienen el país; para espantar la mendicidad que corroe almas y florezca siempre la esperanza. ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de juventud, pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria”.