Él vive en la exclamación de un niño

Frank Darío Guerra Rivas, estudiante de la escuela Tania la Guerrillera, apenas tiene ocho años y con despierta inocencia me pregunta cómo escribir Viva…, le respondo y sale corriendo con sus ojos chispeantes a plasmar el deseo que ronda en su mente.
Lo sigo con la mirada y cuál no sería mi sorpresa al verlo realizar con tiza sobre el pavimento de 37 cercano a la esquina de 22, donde la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) había convocado un pintacalle por el cumpleaños 99 del Comandante en Jefe: nueve letras que agrupadas en dos palabras, expresan el sentimiento de todo un pueblo.
¡Viva Fidel!, deja dicho en el asfalto y en la ternura de su rostro una sonrisa de satisfacción dijo mucho más que esa corta exclamación…
“Así lo siento y está conmigo, siempre vivo, riéndose con nosotros, los niños cubanos, hablándonos y aconsejándonos…”, insiste con voz segura el chico de cuerpo menudo, pero grande por los nobles sentimientos compartidos con su iniciativa, como la de tantos e incontables infantes que en este agosto de homenaje pintan, declaman y cantan al eterno líder de la Revolución, en la jornada emprendida hacia 2026 por su Centenario, cual invasión de las nuevas generaciones nutridas de su legado de justicia y humanismo.
Así multiplican ellos esa voluntad y juramento con él, con el que dan vida al comandante guerrillero, al ardiente profeta de la aurora, como lo calificara el Che, al mejor discípulo de Martí, al luchador incansable frente al imperio, al visionario pensador universal y al pionero mayor, rodeado de ese ejército de futuro donde late la esperanza.
Nos acompaña siempre, afirma joven educadora

“Fidel es Revolución y está presente en cada paso que da en favor del pueblo y de la hermandad con otras naciones, por eso no está muerto ni dejamos en el pasado…”, reflexiona Yaimé Piñero Muñoz, secretaria general del comité de base de la UJC en la escuela pedagógica Martha Machado Cuní y una de las más de cien integrantes del campamento juvenil de verano que dedicó al Comandante en Jefe diversas iniciativas en su cumpleaños 99, pero que abrió las puertas a una celebración en grande, la del Centenario el venidero año.
“Él es presente y futuro, nos acompaña siempre y hablamos de su obra y sus ideas no solo en las actividades de homenaje, también en clases, en las acciones realizadas cada día, en las medidas adoptadas para mejorar nuestra sociedad desde cada colectivo y en todo cuanto hagamos incluso en lo personal para ser mejores y dignos de sus enseñanzas”, afirma la también profesora de Cultura Artística en ese centro.
“Los jóvenes cubanos tenemos un compromiso permanente con el Líder Histórico, quien nos dejó un pensamiento avanzado e inmenso en casi todos los temas y debemos conocer más para continuarlo dondequiera que estemos”, agrega esta mujer que con 22 años y militante de la vanguardia juvenil desde los 15, es protagonista de las transformaciones actuales y en la misma medida en que se forma en ese proceso, participa activamente en la educación de las nuevas generaciones.
“Me siento muy comprometida con la noble misión en el magisterio, pero sobre todo con hacer revolución frente a un enemigo cuando más intenta destruirla”, comentó durante el recorrido de la tropa del campamento juvenil en varias actividades, desde la limpieza de una de las salas del hospital, donaciones entregadas a infantes ingresados en ese centro y el hogar de niños sin amparo familiar, jornadas productivas y patrióticas, recorrido por poblados, topes deportivos, eventos culturales y la acampada esperando el día 13, cumpleaños de Comandante.
Su ejemplo se agiganta

Para Leisa Castelló Moreno, estudiante de tercer año del instituto politécnico Fe del Valle, como Trabajadora Social en preparación y presidenta del Movimiento Juvenil Martiano en esa escuela, “la experiencia del campamento este verano fue muy bonita, activa e inolvidable en que no solo recordamos con variadas iniciativas a Fidel en su cumpleaños, sino que también intercambiamos sobre la vigencia de su pensamiento y la importancia de su ejemplo en estos tiempos difíciles y amenazas constantes.
“Hoy son más necesarias sus alertas a estar más unidos y vigilantes y a no dejarnos confundir por lo que nos debilita”, destaca la muchacha de la barriada de Micro 70, donde –rememora– ”crecí desde pequeña con el ejemplo de mi familia, con mi abuelo líder de la comunidad que me motivaba a hacer por los demás y afianzar valores como la solidaridad, el humanismo y la honestidad, así como el compromiso con tareas que nos fortalecen y contribuyen a formar convicciones, a ser mejores personas y más revolucionarias.
“La especialidad por la que me decidí estudiar –agrega– tiene que ver precisamente con esa sensibilidad humana que inculcan José Martí y Fidel y con la cual me siento identificada y los cubanos tenemos incorporada a nuestra manera de ser como pueblo marcado ya para siempre por el ejemplo inmortal del Comandante en Jefe, con una sencillez y modestia que admiramos, al igual que las demás virtudes y su ejemplo se agiganta en nuestra lucha por un mundo mejor”.
Un padre siempre conmigo

“Para mí el Comandante en Jefe de todos los cubanos es más que nuestro líder, es una luz, un paradigma, un padre…, que llevo siempre conmigo a todas partes y otros países quisieran la dicha de tener al Fidel de los cubanos”, confiesa Alexis Hodelín Durruthy, alguacil del Tribunal Especial Popular de la Isla de la Juventud, y mientras espera para aportar en la donación masiva de sangre dedicada al cumpleaños del Comandante, abre su billetera y me muestra la foto del histórico líder con cariño familiar.
“Él es ejemplo en esta tarea y en otras muchas que a uno llena de admiración, por eso es nuestro ídolo en quien siempre creí y creo y sigo viendo como el hombre grande a seguir”, subraya con ojos humedecidos y recuerda cuanto lo conmovió saber que Fidel fue el primer cubano en donar sangre para salvar a miles de heridos en uno de los terremotos más desastrosos en Perú, en mayo de 1970, hace más de 55 años, y Cuba se convirtió en el primer país que llegó con ayuda solidaria, a pesar de no tener relaciones diplomáticas con esa nación.
Entre otras actividades previstas en la jornada hasta el 2026, relata con satisfacción la entusiasta asistencia de numerosos donantes esa mañana del 13 de agosto al Banco de Sangre para extender su brazo y el matutino especial dedicado antes en su centro al artífice de innumerables victorias, donde rememoró todo lo que representó para él “haber sido seleccionado entre los 100 pineros participantes en su despedida física en 2016 en la Plaza de la Revolución, en La Habana”.
Con 19 años comenzó a aportar su sangre este cubano sencillo que lleva ya 16 años al frente de su núcleo del Partido Comunista y ha recibido varios reconocimientos del Ministerio de Justicia, en otros méritos demostrativos de que su juramento mayor va en serio: “Yo soy Fidel”.