Ubicarse dentro de las cinco mejores provincias del país en los últimos siete años no es obra de la casualidad, sino fruto de una labor seria, cohesionada, con elevadas dosis de entrega, dedicación, sacrificio y amor por cuanto se hace, sobre todo al tratarse de una disciplina que no goza de mucha divulgación, pero que logra atrapar a cualquiera cuando se aprecia la elegancia de su juego.
La depurada técnica en los golpeos de la pelota, explosividad en los desplazamientos, perspicacia para ganar un punto con un toque sutil cerca de la red, el enrevesado sistema de puntuación, entre otros aspectos, convierten al tenis de campo en un deporte atractivo.

Es la esquina de calle 28 y 41 el punto exacto que en la Isla de la Juventud ha constituido –durante generaciones– la cuna de esta disciplina. Allí, en la escuela elemental de arte Leonardo Luberta Noy, está enclavada la emblemática cancha desde donde mayormente se forjan los resultados que alcanzan los atletas pineros en los diferentes eventos. En el último lustro se han conquistado nueve medallas, ratificando a la Isla como uno de los territorios punteros en el país.
Los Juegos Escolares –debido a la compleja situación que atraviesa el país– se convirtieron este año en el único certamen con participación de los tenistas locales. Ahí mejoraron sus resultados con la conquista de una medalla de plata en dobles mixtos y un metal bronceado en dobles femenino, válidos para ocupar el quinto escaño a nivel nacional.
Para esta justa la preparación fue buena a pesar de las dificultades. A la escasez de pelotas y otros implementos se impuso la motivación de los atletas, clave en los entrenamientos y resultados finales, así lo destacó Julio Martínez Ríos, entrenador y jefe técnico del tenis en el municipio.

A Julito, como se le conoce, lo acompañan en esta avanzada un grupo de profesores que desarrollan esta disciplina en los cuatro combinados deportivos y la escuela de iniciación deportiva (Eide) Fladio Álvarez
Galán.
“Cada uno –explicó– tiene su propia matrícula dividida en varias categorías y en el caso del de alto rendimiento –la Eide– posee un grupo de siete atletas.
“Es un deporte que se compite en eventos doble en ambos sexos, doble mixtos e individuales. Además de ser muy seguido mundialmente”.
Reveló que para las captaciones es fundamental que posean buena estatura y reúnan condiciones físicas adecuadas, luego trabajan la coordinación, agilidad y otros elementos.
Keiler Quintana Ramos, profesor del combinado Irene Hernández Hernández, de Sierra Caballos, lleva cinco años trabajando en el tenis, comenzó creando su cancha en el parque recreativo juvenil Ahao, pintando, acondicionando todo y con esa experiencia que ha acumulado asegura tener buen ojo a la hora de seleccionar los talentos.
“Siempre hacemos un test básico, evaluamos la estatura, condiciones físicas y habilidades. A partir de ahí se capta al niño desde primer grado porque esta es una disciplina muy técnica y de iniciación temprana.

“En el caso de los entrenadores de la base tratamos de comenzar a los seis años, pues cuando el muchacho o la muchacha tiene 12 es más complejo. A los pequeños les resulta novedoso, se motivan cuando les das una raqueta, una pelota, ven los conos, la red, los colores…”.
Quintana Ramos disfruta de la satisfacción de haberse graduado recientemente de la licenciatura en Cultura Física, a esa buena nueva suma el haber promovido al equipo nacional a atletas en las categorías de diez y 12 años.
No es secreto que el tenis dista de ser una disciplina barata, requiere de un grupo de implementos para poder desarrollar la actividad de manera adecuada. El escenario actual, caracterizado por la escasez de medios y recursos en todas las esferas, también golpea a esta especialidad, sin embargo con el apoyo de los padres de los atletas logran atenuar la situación.
De igual manera los propios entrenadores consiguen sobreponerse a las limitaciones aplicando alternativas, aprovechando al máximo los pocos medios que llegan desde la comisión nacional y si escasean las pelotas dedican el tiempo a otros ejercicios en
el área.
“Al ser un grupo de pocos profesores nos ayudamos bastante –ponderó Martínez Ríos–, siempre estamos inmersos en preparaciones metodológicas dirigidas a la superación, se trasmiten las buenas prácticas de cada quien para emplearlas con los niños y la autosuperación forma parte de nuestro quehacer”.
Precisamente esas buenas maneras han redundado en los resultados antes mencionados y ello se evidencia en Keren Alarcón Lima, medallista de plata y bronce en el doble femenino y el doble mixto, respectivamente, en los pasados Juegos Escolares Nacionales.

Keren acumula seis años practicando el tenis, pues le gusta, la motiva y se siente cómoda.
Otro talento en ciernes es Alejandro Dariel Díaz Olivero, de diez años, quien lleva en la disciplina un año, un mes y 15 días en el momento de este encuentro. Detalló que su incorporación fue gracias al embullo de una niña de su aula. También es de los que se lleva bien con todos, le gusta la raqueta y ha aprendido a dominar mejor el golpeo de revés; “en el saque estoy aprendiendo la derecha y el revés con rosca”, recalcó.
Julito conduce bien el legado de su padre, quien fue el iniciador de esta especialidad acá. La trayectoria del actual jefe técnico comenzó justo a los cuatro años transitando por todas las categorías con loables resultados, incluso integró el equipo nacional hasta que decidió retirarse del deporte activo a causa de las lesiones. Luego continuó vinculado al tenis desempeñándose desde las áreas con los muchachos.
Los venideros retos serán complejos y lo sabe. “Llevamos varios años en la élite del país, ello nos obliga a seguir mejorando para mantener o superar ese privilegiado lugar”.