El sueño de publicar

Cuando decidí estudiar periodismo cursaba el quinto grado de la Primaria, por aquellos años mi principal referente era la televisión. Luego de un complicado trayecto llegué a la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, donde descubrí que la mejor profesión del mundo iba más allá de lo que veía en la pantalla.

Un fuerte impacto fue chocar con el famoso periodismo impreso, el principal dolor de cabeza de los alumnos de primer año y la base del verdadero periodismo.

Angustiantes resultaron las primeras notas informativas, las entrevistas y semblanzas; en este caos de nuevas materias llegó la covid y con ella la alianza con el Victoria, medio de prensa que convirtió en realidad mi sueño de publicar, lo cual según mis majestuosos profesores me convertía en periodista.

Mi primer trabajo salió en blanco y negro, en la sección deportiva, después me expandí al tema cultural, luego a otros y todo cambió de color.

Al Victoria le debo haber vencido el primer año con una asignatura convalidada (periodismo impreso), a él y a todo su colectivo, que este 20 de febrero está cumpliendo el aniversario 55 de su fundación, los agradecimientos no son pocos en comparación con lo que quisiéramos expresar, tanto por ayudarme en mi futura profesión como por el esfuerzo diario y la entrega a una labor tan exigente.

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